La cadena de televisión denuncia también a otros cinco miembros de la Casa Blanca tras la tensa discusión en una rueda de prensa
13 de noviembre de 2018 – Washington – Agencias.
El rifirrafe entre el presidente Donald Trump y el reportero de la cadena CNN Jim Acosta llega a los tribunales. La CNN ha presentado este martes una demanda contra el mandatario y cinco miembros de la Casa Blanca. La cadena de televisión alega que la “injusta” retirada el pasado miércoles del pase de prensa permanente a Acosta viola la Constitución. Además, exige el restablecimiento inmediato de la credencial y que la Casa Blanca se comprometa a no volver a revocársela. La Administración defendió su decisión argumentando que el periodista “puso sus manos” sobre una becaria que trató de retirarle el micrófono después de que Trump le quitara el turno de palabra durante una tensa rueda de prensa. El periodista, apoyado por varios compañeros, alegó que esa acusación era falsa.
Además de Trump, hay otros cinco acusados: el jefe de gabinete de la Casa Blanca, John Kelly, la portavoz, Sarah Sanders, el director de comunicación, Bill Shine, el director del Servicio Secreto, Joseph Clancy, y el agente que le impidió el ingreso a Acosta el pasado miércoles por la noche porque su pase había caducado. “Si bien la demanda es específica de CNN y Acosta, esto podría haberle ocurrido a cualquiera”, rezaba el comunicado de prensa de la cadena: “Si no los desafiamos, las acciones de la Casa Blanca podrían crear un efecto peligroso para cualquier periodista que cubra a las autoridades electas”.
La cadena de televisión acusa que la suspensión viola los derechos de la Primera Enmienda a la libertad de prensa y de la Quinta, al debido proceso. También ha explicado que su objetivo es llegar a un acuerdo con la Casa Blanca para que Acosta pueda regresar a su trabajo como corresponsal y que figure por escrito que no se le retirará su credencial en el futuro. Entre los argumentos legales a favor de CNN está que el Servicio Secreto -responsable de la concesión de acreditaciones- solo puede expulsar a una periodista de la Casa Blanca en el caso de que exista una amenaza física para el presidente o su familia. La jurisprudencia también especifica que, antes de retirar un pase de prensa, “el periodista tiene que recibir un aviso, debe tener la oportunidad de responder y debe recibir por escrito los argumentos de Casa Blanca sobre lo que está haciendo y por qué”, algo que no ha ocurrido en esta ocasión.
Durante la campaña presidencial, el entonces candidato Trump afirmó irónicamente en una entrevista con CNN que, de ser electo, no expulsaría a los reporteros de la Casa Blanca. Sin embargo, desde que asumió el cargo, la relación con la prensa ha sido cada vez más tensa, especialmente con CNN, “el portavoz de las noticias falsas” para el presidente. En mayo de este año Trump tuiteó: “¿quitar credenciales?”, una amenaza pasiva agresiva que la semana pasada se volvió realidad. El pasado viernes el mandatario volvió a insistir en su cuenta de Twitter sobre el tema y agregó una advertencia: “También podrían ser otros”. Ese mismo día CNN envió una carta a la Casa Blanca solicitando formalmente el restablecimiento inmediato del pase de Acosta y la advertencia de una posible demanda, pero no hubo respuesta.
Durante el altercado entre Trump y Acosta, el mandatario le dijo al reportero que era una “persona horrible y grosera”. En medio de la insistencia del periodista por hacerle más preguntas al presidente, y la negación de este a que las hiciera, apareció una becaria para quitarle el micrófono a Acosta. Ella cobró protagonismo en la polémica, porque la Casa Blanca argumentó que el mal trato que le dio el reportero fue el motivo por el que le quitaron el pase. Para reforzar la tesis, la portavoz Sanders, difundió un vídeo del incidente. Sin embargo, la cinta estaba alterada para exagerar el contacto entre el brazo del periodista y de la empleada, según las conclusiones de varios expertos visuales.