Sri Lanka cree que la masacre es una represalia por los ataques a mezquitas en Nueva Zelanda. El número de muertos se eleva a 310 mientras las autoridades han detenido a 40 personas relacionadas con los ataques
23 de abril de 2019 – EFE.
El grupo yihadista Estado Islámico (EI) asumió hoy la autoría de la serie de atentados suicidas perpetrados en Sri Lanka contra iglesias y hoteles de lujo que causaron la muerte de más de 300 personas el domingo. “Los ejecutores del ataque que tuvo como objetivo los ciudadanos de los países de la coalición y cristianos antes de ayer son combatientes del Estado Islámico”, dijo en un comunicado una fuente de seguridad a la agencia Amaq, afín a los yihadistas, cuya autenticidad no pudo ser verificada, segfún Efe.
El Estado Islámico habría entrenado a los autores de los ataques de Sri Lanka. Los investigadores no descartan que entre los responsables haya miembros de los llamados Foreign Terrorist Figthers, retornados de la guerra de Siria que han dispuesto de tiempo suficiente para formar células en sus países de origen. Entre sus objetivos figuran de forma preferente los «cruzados» (cristianos).
Por su parte, el secretario de Estado de Defensa de Sri Lanka, Ruwan Wijewardene, ha asegurado este martes que los atentados que han dejado más de 300 muertos en el país asiático el Domingo de Resurrección han sido una “represalia” de un grupo terrorista islamista por los ataques que acabaron con la vida de 50 personas en dos mezquitas de Christchurch (Nueva Zelanda) el 15 de marzo.
“Creemos que fueron llevados a cabo por un grupo islamista extremista como represalia por la masacre en mezquitas de Nueva Zelanda”, ha afirmado el viceministro, en una comparecencia ante el Parlamento ceilandés este martes. “Este grupo es conocido por tener grupos con una organización llamada Nacional Thowheed Jamath. Deberíamos dar pasos de inmediato para prohibir dicha organización, que tiene vínculos con elementos extremistas”, ha asegurado el secretario de Estado de Defensa, según informa DPA.
El Gobierno ceilandés ha elevado a 321 muertos y más de 500 heridos el balance de los atentados del Domingo de Resurrección contra varias iglesias y hoteles de lujo en Sri Lanka, según informa la cadena de televisión First News. Un total de 521 personas resultaron heridas en los ataques y permanecen ingresadas en varios hospitales de Colombo, la principal ciudad del país y en la que se registró el ataque más grave contra una iglesia católica.
El Ministerio de Salud ceilandés ha señalado que hay 41 cadáveres pendientes de identificación que están en varios hospitales. Varias personas que resultaron heridas leves han recibido el alta médica y han podido regresar a sus hogares. En el Hospital Nacional de Colombo permanecen ingresadas 29 personas en Cuidados Intensivos.
Las autoridades han detenido ya a 40 personas relacionadas con los ataques, entre los que podría encontrarse un ciudadano de nacionalidad siria. El Gobierno ha entonado el mea culpa por obviar un informe policial entregado dos semanas antes, en el que se alertaba de un ataque inminente. Los terroristas formaban parte de la organización llamada National Thowheed Jamath (NTJ), traducido como Unificación de las Mezquitas, y recibieron ayuda exterior para cometer los atentados. Entre ellos, de yihadistas retornados de Siria e Irak.
Mientras tanto el país, en una jornada de luto nacional, se prepara para rendir tributo este martes en un funeral oficial a los fallecidos en la iglesia Katuwapitya en Negombo, a unos pocos kilómetros al norte de Colombo. El director general de Servicios de Salud, el doctor Anil Jasinghe, había informado el lunes de que “las autopsias se encontraban ya en su fase final”.
Hasta entonces el Hospital General de Negombo había entregado a sus familiares 92 de los 102 cadáveres que tenía en la morgue, mientras que el Hospital Nacional de Colombo había concluido las autopsias de 89 de 140 cuerpos, y en el hospital de la oriental Batticoloa faltaban seis autopsias de un total de 29 cadáveres.
Entre los fallecidos hay al menos 31 extranjeros, entre ellos dos españoles, un bangladesí, dos chinos, ocho indios, un francés, un japonés, un holandés, un portugués, dos saudíes, dos turcos, seis británicos, dos angloestadounidenses y dos australianos.
La mayoría de los ataques los perpetraron atacantes suicidas, que el Gobierno de Sri Lanka vinculó con el poco conocido grupo terrorista local de tintes islamistas National Thowheeth Jamath (NTJ), aunque advirtió sobre posibles vínculos extranjeros.
En Sri Lanka la población cristiana representa el 7,4 %, mientras que los budistas son el 70,2%, los hinduistas el 12,6 % y los musulmanes el 9,7 %, según datos del censo de 2011.
Sin embargo, atentados de esta magnitud no habían tenido lugar en Sri Lanka desde la guerra civil entre la guerrilla tamil y el Gobierno, un conflicto que duró 26 años y finalizó en 2009, y que dejó, según datos de la ONU, más de 40.000 civiles muertos.