Condenado a cadena perpetua quien fuera la mano derecha y uno de los sucesores de Joaquín ‘El Chapo’ Guzmán
30 de noviembre de 2018 – Nueva York – Agencias.
Las piezas van encajando en el proceso judicial en Estados Unidos contra Joaquín El Chapo Guzmán. Un juez del Tribunal Federal de Alexandria (Virginia, coste este) condenó este viernes a cadena perpetua a Dámaso López, también conocido como El Licenciado, por traficar con estupefacientes. López se convirtió en la mano derecha de El Chapo tras la fuga de la prisión de Puente Grande, donde le conoció cuando era uno de los funcionarios a cargo de la dirección del penal en Jalisco.
El Licenciado fue extraditado a EE UU el pasado mes de julio y en septiembre se declaró culpable en el mismo tribunal de Virginia que ahora le condena a pasar el resto de su vida entre rejas, previsiblemente en una prisión al suroeste del país. El magistrado que presidió la causa le impuso, además, un embargo de 25 millones de dólares. Tras escuchar la sentencia, que fue pactada previamente por sus abogados y la fiscalía, pidió “disculpas”.
La audiencia no llegó a la media hora. A López se le considera heredero del cartel de Sinaloa tras la segunda captura de Guzmán en enero de 2016. El Licenciado libró una batalla interna con dos hijos de El Chapo para hacerse con el control del grupo delictivo.”Es una sentencia apropiada y justa”, valoró el magistrado T.S. Ellis, que refleja el papel que desempeñó en la organización dedicada al tráfico de droga, descrita como la más grande y violenta del mundo.
“Buena suerte, señor López”, le dijo el juez Ellis al despedirle. La recta final del proceso contra El Licenciado fue en paralelo al juicio que hace tres semanas arrancó en Nueva York contra El Chapo, que se enfrenta también a cadena perpetua por ser el líder principal del cartel de Sinaloa. Se anticipa que podría ser uno de los testigos clave de la fiscalía, tras expresar su deseo a cooperar.
Por el estrado de la sala que preside el juez Brian Cogan en el tribunal de Brooklyn pasaron ya Jesús El Rey Zambada y Miguel Ángel El Gordo Martínez. Este pasado jueves empezó el interrogatorio al capo colombiano Juan Carlos Chupeta Ramírez, que proveía cocaína al cartel de Sinaloa. Como el resto de cooperantes, le identificó como el líder de la organización criminal.
Cara desfigurada
El narcotraficante colombiano se presentó ante el jurado con guantes y la cara completamente desfigurada, por las múltiples operaciones faciales que se hizo evadir la justicia. El antiguo jefe del cartel del Norte del Valle, extraditado desde Brasil hace una década, reveló que suministró 400 toneladas de drogas para introducirla desde México a EE UU. Le impresionó la rapidez con la que movía los cargamentos Joaquín Guzmán.
Chupeta contó que conoció a El Chapo en un hotel de Ciudad de México. Eso fue a comienzos de 1990. Ismael El Mayo Zambada le dijo que les interesaría hacer negocios juntos. Tras dos meses estableciendo los términos del operativo, realizaron un primer envió cuatro toneladas de cocaína en cinco aviones. La droga fue tras cruzar la frontera rumbo a Los Ángeles. “Llegó en menos de una semana”, señaló, “no lo esperaba”.
Los otros traficantes mexicanos, explicó, “solían tardar un mes o más”. Por eso empezaron a apodarle El Rápido. También le sorprendió los “arreglos” que tenía El Chapo con las fuerzas del orden en México. Los decomisos, dijo, “eran escasos” y los sobornos no solo permitían dar protección a su cocaína, también a sus pilotos. Por su efectividad, explicó, le pagaba una cuota de transporte más alta que al resto. “Me daba seguridad”, concluyó.