Fiscal de EE.UU. demanda a Nueva York por permitir licencias de conducir a migrantes

12 de febrero de 2025 – Washington – EFE.

El Departamento de Justicia de EE.UU. presentó el miércoles una demanda contra Nueva York debido a una ley de 2019 que permite a todos los residentes, sin importar su estatus migratorio, obtener una licencia de conducir. La medida fue impulsada por la fiscal general, Pam Bondi, quien es aliada cercana del expresidente Donald Trump.

Bondi argumentó que la ley es “inconstitucional” y que fomenta la migración irregular. Aseguró que Nueva York estaba favoreciendo a los migrantes indocumentados sobre los ciudadanos estadounidenses y destacó que la demanda se dirigía tanto hacia la gobernadora de Nueva York, Kathy Hochul, como a la fiscal general del estado, Letitia James, y el comisionado del Departamento de Vehículos Motores de Nueva York, Mark Schroeder.

Esta acción legal fue presentada solo seis días después de que el Departamento de Justicia demandara a la ciudad de Chicago y al estado de Illinois por dificultar las labores de las autoridades migratorias, incluidas las deportaciones. La demanda contra Illinois y Chicago, que se presentó en una corte federal en Illinois, busca que se revoquen las protecciones estatales y locales que impiden la deportación de indocumentados.

Bondi señaló que la demanda también buscaba declarar inconstitucionales estas protecciones, argumentando que obstaculizaban la aplicación de la ley federal de inmigración. Estas acciones forman parte de un esfuerzo más amplio del gobierno federal para frenar políticas que, según el Departamento de Justicia, protegen a la población indocumentada de la deportación.

Trump, al asumir el poder, había advertido que tomaría medidas contra los estados y ciudades que no cooperaran con las políticas federales de inmigración. Las autoridades de su administración han sido firmes en su postura de implementar políticas más estrictas en cuanto a la deportación de personas sin un estatus legal.

La demanda presentada contra Nueva York refleja la continuidad de las políticas migratorias del gobierno de Trump, que han enfrentado resistencia en varios estados y ciudades, especialmente aquellos que han implementado medidas de protección para los migrantes indocumentados. La disputa entre el gobierno federal y estos estados sigue siendo un tema controversial en la política estadounidense.