11 de julio de 2022 – Washington – EFE.
Human Rights Watch (HRW) tildó este lunes de racista y abusiva la política migratoria del gobernador de Texas, Greg Abbott, y señaló que el Gobierno de EE.UU. debería suspender de inmediato los fondos para las agencias tejanas involucradas en una operación que utiliza desde 2021 soldados de la Guardia Nacional para asuntos de inmigración.
“La Operación Estrella Solitaria (Lone Star) es una acción discriminatoria y abusiva que apunta a los supuestos migrantes para arrestos, procesamientos y encarcelamientos por delitos menores”, indicó un comunicado del grupo.
“El Departamento de Seguridad Nacional debería investigar los abusos y forzar a Texas para que cambie de curso, dando por terminada Estrella Solitaria”, dijo Alison Leal Parker, directora de HRW.
La organización recordó que la oficina del gobernador y muchas de las agencias policiales y de alguaciles de Texas, involucradas en la operación, “reciben regularmente fondos federales mediante una variedad de programas, muchos de los cuales datan de antes de Estrella Solitaria”.
La aplicación de las leyes de inmigración es competencia del gobierno federal, pero la semana pasada el republicano Abbott autorizó además que las agencias policiales de su estado trasladen a la frontera a los migrantes detenidos en la región fronteriza.
La Casa Blanca sostiene que la orden del gobernador Abbott está causando caos y confusión en la frontera y que los estados deberían mantenerse al margen de la política migratoria.
El republicano Abbott, quien ha calificado el flujo de migrantes como una “invasión”, añadió peso así a la operación Estrella Solitaria, iniciada en 2021, y para la cual ha movilizado miles de soldados de la Guardia Nacional de Texas.
Bob Libal, un consultor de HRW en Austin (Texas), dijo que “el llamar a la migración una ‘invasión” para hacer la operación más militarizada y abusiva es innecesario, racista y peligroso”.
“Con el uso de la palabra ‘invasión’, que tiene connotación de ataques militares, los funcionarios tejanos trivializan su significado aplicándola a gente que migra a Estados Unidos, muchos de ellos en busca de asilo protegidos de la violencia y el abuso”.
La directora de HRW sostuvo que “si el gobierno federal ignora la escalada del extremismo y continúa financiando a las agencias involucradas podría convertirse en cómplice de los abusos”.
