El gobernador de Tennessee, Bill Haslam, consideró que la pena de cadena perpetua para Cyntoia Brown, de 30 años, era “demasiado dura”
8 de enero de 2019 – Washington – Agencias.
Cyntoia Brown vivió toda su infancia y su juventud en un círculo perverso. Su madre bebía no menos de cinco copas de alcohol mientras estaba embarazada de ella y su abuela aseguró haber sido violada de joven y como consecuencia haber nacido la madre de Cyntoia. Con 16 años, Brown era ya una víctima de tráfico sexual y fue condenada a cadena perpetua en Estados Unidos por matar a un hombre, Johnny Allen, que pagó por tener sexo con ella. Este martes, Brown, de 30 años, ha recibido, tras una campaña por su liberación que se volvió viral, el indulto por parte del Gobernador de Tennessee.
Brown ha pasado casi la mitad de su vida en prisión. El gobernador Bill Haslam ha considerado que la entonces adolescente recibió una sentencia “demasiado dura” por el asesinato en 2004 de Allen. Si el gobernador no hubiese terciado, Brown no habría podido optar a la libertad condicional hasta 2059. Brown tendrá que esperar para ser una mujer libre hasta el 7 de agosto. Antes, deberá someterse a una preparación para la reinserción.
Cuando apenas tenía 8 años, Brown entró a formar parte del sistema de acogida familiar. Tras entrar en la adolescencia, sus escapadas de las casas de acogida eran constantes. Durante ese tiempo, sufrió numerosos asaltos y violaciones.
Con 16 años, huyó de la vivienda de la familia que la acogía y recaló en un motel en el que un proxeneta al que llamaban Cut Throat (Garganta Cortada) traficó sexualmente con ella. Este individuo abusó de ella tanto física como emocionalmente. En múltiples ocasiones la amenazó y en al menos una ocasión la agarró tan fuerte del cuello que llegó a perder el sentido.
Durante el juicio, Brown testificó que aquel hombre le había explicado que algunas mujeres “nacían putas” y que ella era una de esas mujeres. Le dijo que nadie la querría excepto él y que lo mejor que podía hacer era aprender a ser “una buena puta”.
La noche del 6 de agosto, Cut Throat ordenó a Brown salir a la calle y “ganar algo de dinero”. Fue entonces cuando Brown se encontró con Allen en el aparcamiento de una conocida cadena de hamburgueserías. Allen negoció con ella pagarle 150 dólares a cambio de llevársela a su casa. Allí, según el relato de Brown, Allen la maltrató. Ella le disparó entonces con un arma que llevaba en su bolso porque temía por su vida.
Un jurado condenó a la mujer por asesinato en primer grado y robo agravado y dictaminó una pena de prisión perpetua con la posibilidad de libertad condicional después de al menos 51 años en la cárcel. El gobernador, que calificó el caso de “trágico y complejo”, le ha otorgado el indulto con la condición de que cumpla diez años de libertad condicional.
El caso se dio a conocer en un documental de 2011 y fue el centro de una campaña en redes sociales que involucró a famosos como Rihanna, Ashley Judd o Kim Kardashian, que pidieron su indulto y argumentaron que debería haber sido tratada como una niña traumatizada que fue víctima de tráfico sexual.
Gracias al caso de Brown, las leyes del Estado de Tennessee han sido cambiadas y ahora se reconoce que no existe nada parecido a una niña prostituta. Si Brown fuera llevada a juicio con la legislación actual, en lugar de ser condenada a cadena perpetua como una prostituta que mató a un cliente, sería tratada como una víctima de tráfico sexual.