Informan sobre la captura de otro sacerdote en Nicaragua, el tercero en una semana

16 de agosto de 2024 – San José – EFE.

El clérigo nicaragüense Danny García, perteneciente a la Diócesis de Matagalpa, en el norte de Nicaragua, fue arrestado este viernes por la Policía Nacional en medio de crecientes tensiones entre la Administración del presidente Daniel Ortega y la Iglesia católica, según denunció la abogada e investigadora Martha Patricia Molina.

García, sacerdote de la parroquia San Juan Bautista, en el municipio de Muy Muy, del departamento de Matagalpa, fue aprehendido durante la mañana de hoy después de que en las redes sociales se reportara que el templo que dirige estaba siendo sitiado por la policía, informó la abogada Molina, autora del estudio ‘Nicaragua: ¿Una Iglesia perseguida?’ y que está siguiendo estos casos.

El fin de semana pasado, los sacerdotes nicaragüenses Leonel Balmaceda, de la Diócesis de Estelí, y Denis Martínez, de la Diócesis de Matagalpa, ambos del norte de Nicaragua, también fueron detenidos.

Además, durante ese mismo fin de semana, las autoridades arrestaron a la laica Carmen Sáenz, colaboradora de la Curia Episcopal de la Diócesis de Matagalpa.

Hasta ahora, ni el Gobierno de Nicaragua ni la Policía Nacional han proporcionado sus versiones sobre las denuncias de estas detenciones, y generalmente suelen mantenerse en silencio al respecto.

¿Ortega está presionando para nombrar un nuevo obispo?

De acuerdo con la investigadora Molina, “la dictadura sandinista busca erradicar la presencia de la Iglesia católica en la Diócesis de Matagalpa”.

La Diócesis de Matagalpa está siendo dirigida desde el exilio por el obispo despatriado Rolando Álvarez, quien fue liberado y enviado a Roma en enero pasado.

El clérigo también actúa como administrador apostólico de la Diócesis de Estelí.

El miércoles de la semana pasada, el Gobierno de Nicaragua envió al Vaticano a un grupo de siete sacerdotes de la Diócesis de Matagalpa que se encontraban detenidos y bajo vigilancia policial en el Seminario Interdiocesano Nuestra Señora de Fátima, en Managua.

Fuentes políticas informaron a EFE que el Gobierno de Ortega está presionando al Vaticano para que designe un nuevo obispo en la Diócesis de Matagalpa y en la Diócesis de Estelí.

El caso del obispo Rolando Álvarez
En enero pasado, el Gobierno de Ortega acordó con la Santa Sede el envío al Vaticano de Álvarez y del obispo Isidoro Mora, junto con 15 sacerdotes y dos seminaristas nicaragüenses que estaban bajo detención.

El 18 de octubre pasado, el Gobierno nicaragüense también liberó a 12 sacerdotes y los envió al Vaticano tras un acuerdo con la Santa Sede, aunque entre ellos no estaba el obispo Álvarez, quien se oponía a abandonar el país.

Anteriormente, el 9 de febrero de 2023, las autoridades liberaron a otros ocho sacerdotes y los enviaron a Estados Unidos, como parte de un grupo de 222 presos políticos nicaragüenses.

En esa ocasión, el obispo Álvarez, quien estaba bajo arresto domiciliario, se negó a embarcarse en el avión, fue trasladado a una prisión de máxima seguridad, y condenado a 26 años y cuatro meses de cárcel, despojado de su nacionalidad, y se le suspendieron los derechos ciudadanos de por vida, por delitos considerados traición a la patria.

La condena contra el alto clérigo fue dictada un día después de que rechazara abordar el avión que lo llevaría junto con otros 222 presos políticos nicaragüenses a Estados Unidos, lo que desató la indignación del presidente Ortega, quien en cadena nacional lo calificó de “soberbio”, “desquiciado” y “energúmeno”.

Las relaciones entre el Gobierno de Ortega y la Iglesia católica atraviesan un momento de gran tensión, caracterizadas por la expulsión y detención de sacerdotes, la prohibición de actividades religiosas y la suspensión de las relaciones diplomáticas.