Acuerdan un “texto” para solucionar el futuro de la frontera entre las dos Irlandas, el principal escollo en las negociaciones.
La primera ministra británica, Theresa May, prevé presentar mañana ese acuerdo a su Gabinete de ministros.
13 de noviembre de 2018 – Agencias.
El Reino Unido ha llegado a un acuerdo a “nivel técnico” con Bruselas sobre las condiciones de la salida británica de la Unión Europea (UE), prevista para el próximo 29 de marzo, según avanzó hoy la cadena pública BBC.
La primera ministra británica, Theresa May, prevé presentar mañana ese acuerdo a su Gabinete de ministros y lo someterá más adelante a votación en el Parlamento.
El Gobierno británico y la UE han acordado un “texto” para solucionar el futuro de la frontera entre las dos Irlandas, el principal escollo en las negociaciones sobre el “brexit”, informó hoy la cadena pública irlandesa RTE.
Este medio indicó que el futuro acuerdo de salida incluye una salvaguarda para evitar el restablecimiento de una barrera física entre la provincia británica de Irlanda del Norte y la República de Irlanda, tras el divorcio entre Londres y Bruselas, que será oficial el próximo marzo.
Esa garantía prevé que todo el Reino Unido permanecerá temporalmente en una unión aduanera con la UE, mientras que se añadirán provisiones específicas para reforzar el alineamiento de Irlanda del Norte con ese área económica y con las reglas del mercado único comunitario.
La cadena irlandesa citó a fuentes cercanas a las conversaciones, que aseguraron que el contenido del “texto es estable”, si bien reiteraron que las negociaciones que tienen lugar estos días en Bruselas siguen en marcha.
Aunque la salvaguarda gira en torno a un acuerdo aduanero general para todo el Reino Unido, el texto recogerá anexos o provisiones específicas para Irlanda del Norte, en caso de que ese arreglo no sea suficiente para mantener la frontera invisible, agregó la RTE.
En este sentido, el pacto de salida contendrá “un mecanismo de revisión” para evaluar los progresos efectuados es este área.
La primera ministra británica, la conservadora Theresa May, aceptó el pasado diciembre la inclusión de una salvaguarda única para Irlanda del Norte para evitar una barrera física tras el “brexit”, salvo que se presentase una solución alternativa o hasta que Londres y Bruselas sellasen un nuevo marco comercial.
No obstante, se vio obligada a dar marcha atrás poco después, ante las presiones del sector eurófobo de su formación y del norirlandés Partido Democrático Unionista (DUP), mayoritario en la región, y del que depende para gobernar en minoría.
La “premier” les aseguró que no aceptaría un plan que fije la futura frontera con la UE en el mar de Irlanda, pues aislaría a Irlanda del Norte del resto del país (Inglaterra, Gales y Escocia) al crear dos áreas aduaneras dentro del Reino Unido, al tiempo que pondría en peligro su integridad territorial.