La muerte de la periodista británica en Londonderry ha sido el punto de inflexión para tratar de acabar la paralización política neoirlandesa
26 de abril de 2019 – Agencias.
Los gobiernos británico e irlandés anunciaron hoy la intención de poner en marcha de nuevo las conversaciones en Irlanda del Norte que permitan salir a los neoirlandeses de la paralización política en la que llevan sumidos dos años.
El vacío de poder se creó en 2017, cuando quebró la coalición de los unionista del partido DUP, de Arlene Foster como primera Ministra en ese momento, con los republicanos e izquierdistas de Sinn Féin. Según los acuerdos de Viernes Santo, se estableció un sistema de “poder compartido” por el que, usando el método d’Hondt, se obliga a que los dos cargos principales sean sistemáticamente ocupados uno por un político unionista y el otro por un republicano irlandés.
Las causas reales explican que explican la crisis son la petición del Sinn Féin de hacer el gaélico como lengua oficial, el litigio histórico de la memoria histórica y la forma en la que se condena y procesa a los soldados y policías británicos por las acciones cometidas durante el conflicto de Irlanda del Norte.
Tras dos años de vacío de poder, el aumento de la violencia en esta porción de Reino Unido se ha hizo patente con el asesinato de una periodista en el barrio residencial de Creggan el pasado jueves durante una operación policial. La autoría la muerte de Lyra McKee fue asumida por el Nuevo IRA, el grupo paramilitar heredero del Ejército Republicano Irlandés (IRA). En un comunicado al diario local “Irish News”, ofreció “sus más sinceras disculpas” a la familia y amigos de la joven por su falleciminto.
Como consecuencia de este altercado la primera ministra británica, Theresa May, y su homólogo irlandés, Leo Varadkar, firmaron una declaración conjunta en la que ambos se comprometen a impulsar el diálogo necesario para devolver la calma a la región, además de indicar que la muerte de McKee a manos del Nuevo IRA generó “un rechazo generalizado de la violencia” y constató el deseo de que las formaciones efectúen “progresos políticos”.
“Al unirnos todos los líderes políticos en la catedral de Santa Ana- el pasado miércoles- para rendir tributo a Lyra McKee, hemos expresado la clara voluntad y determinación de todos los ciudadanos de estas islas de rechazar la violencia y apoyar la paz y un futuro mejor para Irlanda del Norte”, dice el texto. “Hemos acordado que lo que se necesita en estos momentos son hechos y no palabras por parte de aquellos que ocupan posiciones de liderazgo”, añade.
Por su parte, la ministra británica para Irlanda del Norte, Karen Bradley, y el ministro irlandés de Asuntos Exteriores, Simon Coveney, reunidos en Belfast, además de anunciar los pasos que se van a dar para avivar estas negociaciones, instaron a los unionistas del DUP y a los republicanos del Sinn Féin a aprovechar esta nueva oportunidad. “Necesitamos un nuevo modo de pensar para restablecer la política en Irlanda del Norte. Debe ser un proceso de diálogo que afronte de verdad los problemas concretos. Esta vez debe ser algo diferente. Deben terminar las excusas. Se lo debemos a Lyra McKee y a otras muchas víctimas”, ha dicho Coveney.
Así, May y Varadkar han dado un ultimátum a los partidos neoirlandeses de iniciar una nueva ronda de conversaciones para el 7 mayo.
La expectación de que se logré instaurar un nuevo gobierno en Irlanda del Norte es muy elevada tanto para los gobiernos británico e irlandés, ante el temor de que se vuelva a avivar un conflicto que costó la vida a 3500 personas, temor que se ha visto agravado por una salida las bravas del Brexit.