24 de enero de 2023 – La Habana – EFE.
Los gobiernos de México y de EE.UU. devolvieron este martes 159 migrantes irregulares a Cuba, como parte de los acuerdos migratorios firmados con esos países, informó el Ministerio del Interior (Minint) de la isla.
Un grupo de 94 migrantes -integrado por 35 mujeres, 44 hombres y 15 menores- que había salido de Cuba de forma irregular transitaron por Centroamérica y el Caribe, y posteriormente emprendieron una ruta hacia México para llegar a la frontera sur de EE.UU., añade el comunicado.
Su regreso a la isla marca la primera operación de retorno de migrantes ilegales cubanos desde territorio mexicano.
Otro grupo de 55 hombres y 10 mujeres que salieron ilegalmente de Cuba por vía marítima y fueron interceptados por el Servicio de Guardacostas (SGC) de Estados Unidos en el mar y entregados en puerto occidental de Orozco, de la provincia Artemisa.
La mayoría de esos migrantes son cubanos residentes en las provincias de Artemisa, Matanzas y Granma.
Dos de las personas retornadas se encuentran bajo investigación por haber cometido “presuntos hechos delictivos de gravedad que estaban siendo investigados antes de que se involucraran en estas salidas ilegales”, señaló la nota del organismo estatal.
Asimismo indicó que con estas dos recientes operaciones, suman 16 las que han devuelto a 1.643 migrantes irregulares en 2023, desde EE.UU., México, Bahamas e Islas Caimán.
Las autoridades cubanas afirman que mantienen su compromiso “con una migración regular, segura y ordenada” e insisten en “el peligro y condiciones de riesgo para la vida que representan las salidas ilegales del país por mar” y lo “irresponsable” de involucrar a menores de edad.
El Gobierno de EE.UU. implementó a inicios de este año una política para acoger a 30.000 migrantes mensuales de Venezuela, Haití, Cuba y Nicaragua.
En paralelo, expulsará de inmediato a México a los migrantes de esos países que intenten cruzar a su territorio de manera irregular.
México, por su parte, aceptó admitir a 30.000 migrantes al mes que sean expulsados de territorio estadounidense.
El Gobierno de Washington ha visto en su frontera sur números récord de migrantes en los últimos tiempos que tratan de cruzar irregularmente motivados, en su mayor parte, por un nuevo éxodo migratorio sin precedentes desde Cuba, Nicaragua y Venezuela.