28 de octubre de 2022 – Los Ángeles (EE.UU.) – EFE.
Jerry Lee Lewis, pionero y entusiasta del rock and roll, murió este viernes a los 87 años de edad, confirmó su publicista a los medios de comunicación.
El músico sufría varios problemas de salud desde 2019, tras sufrir un derrame cerebral que le obligó a cancelar todos sus conciertos y apariciones públicas.
El pasado miércoles, la revista TMZ informó erróneamente de su muerte, lo que hizo sonar las alarmas sobre su estado crítico.
Nacido en 1935 en Luisiana, Lewis comenzó con 9 años a tocar un piano que su padre, carpintero, adquirió tras hipotecar su casa. Inspirado por los músicos afroamericanos que actuaban en los bares de esa zona de Estados Unidos, el joven dio forma a su propio estilo con el que debutó en locales a muy temprana edad.
Justo cuando Elvis Presley comenzaba su carrera, Lewis viajó a Memphis para grabar sus primeras canciones, de las que se desprendieron éxitos como “Whole Lotta Shakin’ Goin’ On”, “Great Balls of Fire” y “Breathless”, que imprimieron su nombre en la pujante industria musical de la época.
En 1956, durante una visita a los estudios Sun Records, Lewis grabó con Elvis Presley, Johnny Cash y Carl Perkins, sesión de la que salió el apodo “Million Dollar Quartet” (el cuarteto del millón de dólares).
Su fama a finales de los años 50 era tan grande que se embarcó en una gira internacional que le llevó a Europa, aunque entonces comenzó a protagonizar varios escándalos como la vez que en 1958 prendió fuego a un piano al enterarse de que iba a ser telonero de Chuck Berry y no al revés.
Ese mismo año, su gira por el Reino Unido tuvo que detenerse abruptamente cuando la prensa publicó que había contraído matrimonio con su prima de 13 años, Myra Gale Brown, quien además era hija de uno de sus bajistas.
El enlace recibió fuertes críticas que llevaron a la censura de las radios y las televisiones, además de cancelaciones de espectáculos. La película “Great Balls of Fire!”, protagonizada por Dennis Quaid y Winona Ryder, inmortalizó este periodo de su vida en 1989.
Pero su carrera no paró ahí. En 1959 apareció en la película “High School Confidential”, para la que tocó su tema principal; y en 1964 recuperó el beneplácito de la crítica con el disco “Live at the Star Club”.
Su manera enérgica, libre y estridente de tocar el piano fue su gran seña de identidad, pero Lewis se interesó también por el góspel y el country en los años 1970, cuando abandonó el rock and roll, un género que comenzaba a entrar en decadencia frente a la canción de autor y la música disco.
Durante esta época, la controversia y el escándalo continuaron presentes en la vida del músico, quien no ocultó su abuso de sustancias y, entre sus episodios insólitos, llegó a estampar su coche contra las puertas de Graceland, la mansión de Elvis Presley.
Contrajo matrimonio en siete ocasiones, pero la muerte de dos de sus esposas -Jaren Gunn Lewis, ahogada en una piscina en 1982, y Shawn Michelle Stephens Lewis, por una sobredosis en 1984- recibieron un intenso escrutinio mediático y terminaron por lapidar su reputación.
Recibió un premio honorífico en los Grammy de 2005 y forma parte del Salón de la Fama del Rock and Roll.