20 de septiembre de 2022 – Ciudad de México – EFE.
La cifra de muertes por el sismo de magnitud 7,7 que sacudió el lunes territorio mexicano subió a dos y la de heridos se elevó a 10, según informó este martes Laura Velázquez, coordinadora nacional de Protección Civil.
Los dos decesos ocurrieron en el puerto de Manzanillo, en Colima, estado del occidente de México, donde también hubo nueve heridos, mientras que hubo otro lesionado en Coalcomán, Michoacán, donde fue el epicentro del temblor, detalló la funcionaria en la rueda de prensa diaria del Gobierno.
El Gobierno ofreció un reporte tras el fenómeno, que sucedió el lunes a las 13.05 horas (18.05 GMT), menos de una hora después del simulacro nacional que se realiza cada 19 de septiembre para conmemorar los terremotos de 1985 y de 2017, ocurridos en esta misma fecha y considerados los más destructivos de la historia reciente.
La titular de Protección Civil reiteró que la magnitud del terremoto fue de 7,7 con epicentro a 63 kilómetros al sur de Coalcomán, Michoacán, con 15 kilómetros de profundidad.
Por ello, expuso que «tras los primeros recorridos de evaluación de daños realizados por autoridades de los tres niveles de Gobierno, es posible ubicar la mayor afectación en los estados de Colima y de Michoacán».
Reporte de daños
En Colima reportó 153 viviendas afectadas, 20 inmuebles por daños estructurales, dos templos dañados, siete unidades médicas afectadas, cinco puentes dañados y ocho derrumbes carreteros.
Mientras que en Michoacán enunció 30 escuelas impactadas, 21 unidades médicas con daños estructurales, iglesias afectadas y un derrumbe carretero.
También hubo daños leves en Jalisco, Aguascalientes, Nayarit, Estado de México y Ciudad de México, donde hubo 21 inmuebles con daños.
En los estados afectados se desplegaron más de 3.600 elementos de las Fuerzas Armadas, añadió Velázquez.
La funcionaria afirmó que «considerando que fue un sismo de alta magnitud, de 7,7, el resultado de las afectaciones no son de mayores riesgos».
El presidente Andrés Manuel López Obrador destacó los daños menores y la coincidencia con los sismos de la misma fecha de 1985, cuando hubo cerca de 20.000 muertes, y 2017, cuando hubo 370 decesos.
«Es lamentable la pérdida de vidas humanas, aunque sean dos, pero no pasó a mayores. Así como se puede decir: qué mala suerte que el mismo día a la misma hora (ocurrió el sismo del 19 de septiembre), también ver lo otro: qué buena suerte que no pasó a mayores», manifestó.