Partidarios de Donald Trump habían puesto en marcha una campaña de donaciones para construir una valla en terreno privado
4 de diciembre de 2019 – Los Ángeles – Agencias.
Un juez de Texas prohibió este miércoles a un grupo de partidarios de Donald Trump iniciar la construcción de un muro fronterizo con México para el que habían recaudado fondos privados. El grupo se hace llamar We Build the Wall (nosotros construimos el muro) y pretende levantar en la frontera sur la promesa electoral del presidente, que no ha podido arrancar en todo su mandato porque el Congreso le niega los fondos para hacerlo. La demanda contra este grupo la interpuso una organización ecologista a la que afectaba la construcción.
We Build the Wall es una organización sin ánimo de lucro registrada en Florida y con una dirección postal en Houston, según la información de su página web. Fue fundada el año pasado por un exmilitar partidario de Trump llamado Brian Kolfage y apadrinado por el ideólogo de la derecha alternativa global, Steve Bannon. La iniciativa surgió ante la frustración del presidente cuando el Congreso le negó 5.700 millones de dólares para iniciar la construcción de un muro en la frontera. El conflicto institucional dio lugar al cierre del Gobierno más largo de la historia por la falta de fondos.
El grupo inició su actividad en Sunland Park, un pueblo a las afueras de El Paso, Texas, donde las viviendas de Ciudad Juárez están apenas a unos metros separadas por una colina. Este es el lugar donde una milicia extremista partidaria del presidente montó un espectáculo en Facebook con la retención ilegal de un grupo de indocumentados. El grupo se disolvió en cuanto se convirtió en noticia. En Sunland Park ya hay un muro fronterizo. Sin embargo, el equipo We Build the Wall construyó una valla de apenas una milla (1,6 kilómetos) en una finca privada junto a la frontera, a pesar de la oposición de las autoridades locales.
El segundo proyecto era en el sur de Texas, junto al Río Grande, una de las zonas con más actividad de inmigración irregular. El grupo pretendía construir un muro en un terreno privado a las afueras de McAllen. Según su página web, ya han recaudado 25 millones de dólares de 500.000 donantes y tienen planes para construir 56 kilómetros de muro en la frontera. Las máquinas ya están trabajando en el lugar.
El proyecto fue denunciado por una asociación llamada National Butterfly Center, que opera en la zona, con el argumento de que la construcción afectaría al hábitat natural del río. Además de la oposición por razones ecológicas, una agencia federal llamada Comisión Internacional de Lindes y Agua había pedido al grupo que no iniciara la construcción sin su autorización previa. Cualquier cambio en la gestión del río se tiene que hacer con el consenso de los dos lados de la frontera. El muro podría alterar el cauce del río en caso de desbordamiento y afectar a la seguridad en los dos lados.
Ante las dudas de la agencia gubernamental, Kolfage declaró que no se plantean violar el tratado internacional que regula la gestión del río y que no iniciarían la construcción sin tener la aprobación de la comisión. La decisión del juez anunciada este miércoles suspende de forma cautelar los planes de We Build the Wall. La vista para escuchar los argumentos de unos y otros será el próximo día 17.