9 de diciembre de 2024 – Nueva York – EFE.
Un grupo de setenta y siete premios Nobel dirigió una carta al Senado de EE.UU. pidiendo que se rechace la confirmación de Robert F. Kennedy Jr. como secretario de Salud en la próxima presidencia de Donald Trump. En la misiva, los galardonados destacan que Kennedy carece de las credenciales necesarias en medicina, salud pública o administración, además de oponerse a vacunas esenciales que salvan vidas, como las que previenen la polio y el sarampión.
Los firmantes, que incluyen premiados en diversas áreas como Economía, Física, Química y Medicina, también señalan que Kennedy ha criticado la fluoración del agua y promovido teorías conspirativas sobre tratamientos para enfermedades de transmisión sexual. Además, cuestionan su postura en relación con agencias de salud clave, como la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA), los Centros para el Control de Enfermedades (CDC) y los Institutos Nacionales de Salud (NIH).
Los Nobel consideran que el futuro secretario de Salud debería trabajar para fortalecer estas instituciones, no atacarlas. Según el grupo, Kennedy no representa un liderazgo adecuado para el Departamento de Salud, ya que su enfoque pone en riesgo la salud pública y debilitaría el papel global de EE.UU. en la ciencia de la salud.
Richard Roberts, quien ganó el Nobel de Fisiología o Medicina en 1993 y fue uno de los redactores de la carta, destacó que esta es la primera vez en la historia reciente que los premios Nobel se unen para oponerse a una nominación gubernamental. Su postura subraya la preocupación de que la elección de Kennedy podría tener consecuencias negativas para la política de salud pública en EE.UU.
La carta de los premios Nobel sigue a una carta similar publicada en octubre por veintitrés intelectuales que apoyaban la candidatura de Kamala Harris para la presidencia. En esa ocasión, los Nobel criticaron la agenda económica de Donald Trump y expresaron su respaldo a Harris, quien finalmente no ganó las elecciones.
Este tipo de intervenciones de figuras tan influyentes en el ámbito científico subraya la seriedad con la que se perciben las políticas relacionadas con la salud pública. Los firmantes buscan, con su declaración, influir en el Senado para evitar lo que consideran una elección que podría socavar los avances científicos y poner en peligro la salud de los estadounidenses.
El grupo de Nobel también recalca que el nombramiento de un líder para el Departamento de Salud debe basarse en la experiencia y el compromiso con la ciencia, especialmente en un contexto de pandemia global. Según ellos, la administración de la salud pública requiere un enfoque basado en evidencia científica, lo que consideran incompatible con las posturas de Kennedy.
Finalmente, el llamado a la oposición del Senado refleja un momento crucial en la política de salud pública de EE.UU., con un grupo de expertos que busca influir en la toma de decisiones y garantizar que las futuras políticas de salud estén guiadas por el conocimiento y la experiencia en lugar de por teorías sin fundamento.