11 de noviembre de 2025 – Washington – EFE.
El secretario de Transporte de Estados Unidos, Sean Duffy, advirtió este martes sobre la posible aplicación de “medidas” contra los controladores aéreos que han estado faltando a sus obligaciones. Estas ausencias se deben a que los empleados no están recibiendo sus salarios debido al cierre de Gobierno, el cual ha alcanzado una duración sin precedentes en la historia del país. Las declaraciones de Duffy surgieron en una conferencia de prensa posterior al anuncio del presidente Donald Trump del lunes, donde el mandatario había propuesto la intención de reducir el pago a los controladores que no se presenten a trabajar y, simultáneamente, ofrecer un bono de diez mil dólares a aquellos que sí acudan a sus puestos.
Desde el aeropuerto de Chicago, Duffy expresó su inquietud por la “dedicación” y el “patriotismo” de los controladores. Indicó que, si bien aún no se ha tomado una decisión final, se está analizando la situación de aquellos empleados que han optado de manera recurrente por no presentarse en sus lugares de trabajo. El secretario aclaró su postura, manifestando su deseo de contratar a más controladores en lugar de despedirlos. Sin embargo, enfatizó que si existen trabajadores que incumplen sistemáticamente sus responsabilidades laborales, la administración se verá obligada a tomar acciones disciplinarias.
En la misma comparecencia ante la prensa, el secretario de Transporte señaló que las torres de control experimentaron un número menor de problemas relacionados con el personal este martes. Atribuyó esta mejora a que la mayoría de los trabajadores perciben un “final cercano” al cierre administrativo y se sienten “más optimistas”. Este sentimiento positivo se incrementó después de que el Senado diera un paso adelante en la aprobación de una resolución dirigida a la reapertura de la Administración federal.
El cierre del Gobierno federal, provocado por la falta de un acuerdo de financiación y que ya suma 42 días, el periodo más extenso registrado, ha generado un impacto considerable en el sector del transporte aéreo. Este efecto se debe a que miles de controladores, al no recibir sus sueldos, han estado ausentándose de sus funciones diarias, a menudo alegando problemas de salud. La consecuente escasez de personal cualificado forzó al Gobierno de Trump a reducir en un diez por ciento el volumen del tráfico aéreo en los cuarenta aeropuertos más importantes del país.
Esta drástica reducción en el tráfico ha desencadenado una serie de problemas operativos, resultando en una considerable ola de retrasos y cancelaciones de vuelos a nivel nacional. Las cifras del martes indicaron que más de mil doscientos aviones permanecieron en tierra, y otros tres mil doscientos sufrieron demoras. Esta situación está elevando la preocupación entre la población estadounidense a medida que se aproximan las importantes festividades de Acción de Gracias a finales del mes de noviembre, una de las épocas de mayor tráfico aéreo.
Tras semanas de negociaciones y esfuerzos infructuosos para alcanzar un acuerdo, el Senado finalmente logró aprobar el lunes una extensión presupuestaria para reabrir el Gobierno. Dicha aprobación fue posible gracias al respaldo de un grupo de demócratas disidentes que se unieron a los votos de los republicanos. Ahora, este proyecto de resolución debe superar las votaciones en la Cámara de Representantes antes de ser enviado al presidente Trump para su promulgación y entrada en vigor.
































