México

Al menos 20 muertos en la explosión de una toma ilegal de combustible en México

zona de la explosion
La zona de la explosión en Tlahuelilpan, Hidalgo. AFP.

La detonación, ocurrida en el Estado de Hidalgo, deja más de 70 heridos

18 de enero de 2019 – México – Agencias.

Una explosión en una toma clandestina de combustible en el municipio de Tlahuelilpan, en el Estado de Hidalgo (centro de México), ha dejado este viernes al menos 20 muertos y más de 70 heridos, según ha confirmado el gobernador de la entidad, Omar Fayad. Dos horas antes de la detonación, en la zona, situada a poco más de 100 kilómetros de la capital mexicana, las autoridades habían tenido conocimiento de una fuga intencionada de carburante. Cientos de habitantes se habían desplazado con bidones para intentar tomar el combustible que se acumulaba en el suelo, a pesar de que —según el alcalde del municipio, Juan Pedro Cruz, los policías y militares que trataban de acordonar la zona les habían pedido que se retirasen del lugar. “Eran hordas de personas”, ha remarcado Fayad. Dos horas después de la explosión el fuego no había podido ser controlado por completo.

El Gobierno de Hidalgo ha hecho un llamamiento a los habitantes de Tlahuelilpan (15.000 habitantes) para que se mantengan lejos del lugar de la explosión y permanezcan, en la medida de lo posible, en sus hogares. El gobernador de Hidalgo ha confirmado que se trataba de una toma clandestina y que los fallecidos han muerto calcinados. La fuga se produjo a las cinco de la tarde hora local en una zona de cultivo alejada de las casas.

Varias unidades de bomberos y ambulancias se han desplegado en la zona. “Personal especializado de Petróleos Mexicanos (Pemex), en coordinación con autoridades federales y locales, atiende el incendio y apoyan a la población que resultó afectada por este suceso ocasionado por una toma clandestina”, informa la petrolera estatal en su cuenta de Twitter.

En diciembre de 2010 se produjo un incidente similar en San Martín Texmelucan (Puebla). En aquella ocasión fueron 29 las personas finalmente fallecidas después de la explosión de miles de litros de combustible que escaparon de los ductos de Pemex a través de una toma clandestina. Era el preámbulo del negocio del huachicol —como se conoce popularmente el robo de carburante— en la región. La detonación se produjo cuando la fuga de diésel llegó hasta la zona urbana durante la madrugada, una chispa provocó el incendio que dejó 52 heridos. El Gobierno mexicano nunca dio con los responsables directos de aquella tragedia.

Lucha contra el robo de carburante

La explosión se produce en plena batalla del Ejecutivo federal contra el robo de combustible, un negocio de gran escala en México en el que también ha penetrado el crimen organizado. Desde el pasado 21 de diciembre, las autoridades mexicanas han cerrado varios ductos de transporte de gasolina en el centro y occidente del país —las regiones más afectadas por la extracción de combustible, popularmente conocida como huachicoleo—. El Gobierno de López Obrador ha ordenado, además, el despliegue de más de 5.000 militares para vigilar las instalaciones, canalizaciones y camiones cisterna que transporta gasolina de Pemex. En el país norteamericano hay más de 50.000 kilómetros de tuberías.

Este fenómeno delictivo le ha costado al erario público más de 600.000 millones de pesos (unos 3.000 millones de dólares). Este jueves, las autoridades informaron que han bloqueado las cuentas de 42 empresas, detenido a 435 personas e iniciado 1.831 carpetas de investigación. La mayoría de las empresas están situadas en el Estado fronterizo de Tamaulipas, al norte del país.

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