La UE critica la ruptura del consenso internacional y Jerusalén se blinda ante la ira palestina
14 de mayo de 2018 – Jerusalén – Agencias.
a decisión de EE UU de mover su embajada de Tel Aviv a Jerusalén ha desatado una ola de violencia. Al menos 55 palestinos han muerto, según datos del Ministerio de Salud palestino, que cifra en 1.960 los heridos, entre ellos 200 menores, en las protestas en la frontera de Gaza.
El Ministerio de Exteriores palestino, citado por la agencia de noticias Maan, ha detallado en su último comunicado que entre los fallecidos hay seis menores de 18 años y que, del total de heridos, 1.204 son por impactos de bala y que 203 son niños y once periodistas.
Es el mayor balance de víctimas en un solo día desde que el 30 de marzo comenzaron las protestas en los Territorios Palestinos de cara a la ‘Nakba’ (‘Catástrofe’), día en que se conmemora el inicio del éxodo palestino por la creación del Estado de Israel. Desde entonces, han muerto cerca de cien palestinos sin que haya ninguna baja del lado israelí.
Unos 40.000 palestinos se han concentrado este lunes a lo largo de la frontera entre la Franja de Gaza e Israel en trece localizaciones distintas desde primera hora y hasta las 17.30 (hora local), cuando Hamás, que ha admitido estar detrás de las protestas, ha ordenado la retirada.
Testigos consultados por las agencias de noticias palestinas Wafa y Maan han declarado que las fuerzas hebreas han usado gases lacrimógenos y munición real contra los manifestantes que un día más se han concentrado en la valla fronteriza en señal de protesta.
Las Fuerzas de Defensa de Israel (IDF), por su parte, han asegurado en un comunicado que los manifestantes han utilizado armas de fuego, cócteles molotov y otros explosivos contra los agentes hebreos y que en varios puntos de la línea limítrofe “células de Hamás” han intentado atravesar la valla.
Las IDF han anunciado además que han efectuado siete ataques contra “objetivos militares” del Movimiento de Resistencia Islámica en la Franja de Gaza, “ubicados lejos de las trece localizaciones en las que Hamás ha incitado a la revuelta”.
El Ejército israelí ha considerado que sus efectivos están actuando “conforme a los procedimientos estándar” y ha reiterado que “actuará por la fuerza contra cualquier actividad terrorista”. Además, ha recordado que a primera hora de la mañana ha lanzado octavillas para advertir a los gazacíes en contra de nuevas protestas en la frontera.
El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, ha enmarcado lo ocurrido en Gaza en la “obligación” que tiene cualquier país de defender sus fronteras, depositando toda la culpa en Hamás por “enviar a miles a romper la valla fronteriza para lograr su objetivo”: “destruir Israel”. “Seguiremos actuando con determinación para proteger nuestra soberanía y a nuestros ciudadanos”, ha ratificado.
Estados Unidos se ha pronunciado en el mismo sentido. “La responsabilidad por estas trágicas muertes recae directamente sobre Hamás, que ha provocado cínicamente esta respuesta” del lado israelí, ha declarado el portavoz de la Casa Blanca, Raj Sha, en la rueda de prensa diaria. En opinión de otro portavoz gubernamental, la facción palestina ha implicado a su propio pueblo “en una violencia que les ha expuesto a un terrible riesgo”.
Jared Kushner, yerno del presidente estadounidense, Donald Trump, que se ha convertido en el principal interlocutor del Gobierno para Oriente Próximo, y como tal ha participado en la inauguración de la Embajada en Jerusalén, ha indicado que las protestas palestinas “son parte del problema, no de la solución”. “El viaje hacia la paz empieza con un Estados Unidos fuerte reconociendo la verdad”, ha reivindicado.
El auge de las protestas palestinas se debe a que este lunes se ha inaugurado la nueva Embajada de Estados Unidos en Israel, que ha sido trasladada de Tel Aviv a Jerusalén, por una polémica decisión anunciada el pasado 6 de diciembre por Trump que ha acabado con el consenso internacional sobre el proceso de paz entre israelíes y palestinos.
Uno de los pocos puntos de consenso en la comunidad internacional era que el estatus de Jerusalén, que ambas partes reivindican como capital, debía decidirse en unas eventuales negociaciones de paz. Netanyahu da por zanjada la cuestión, mientras que los palestinos y sus aliados árabes –entre 128 de los 193 miembros de la ONU– exigen a la Casa Blanca que dé marcha atrás.
La mayoría de países occidentales no participará en los actos organizados para la apertura de la embajada estadounidense, una prueba de su desacuerdo y la división que genera este traslado. No obstante, unos pocos países anunciaron que harían como Washington y trasladarían sus embajadas a Jerusalén. Guatemala y Paraguay están entre ellos y sus presidentes decidieron viajar a Jerusalén para asistir a la apertura.
Aunque el presidente de EE UU optó por no acudir a estos festejos, ha celebrado en Twitter el traslado. “Un gran día para Israel”, escribió Trump.