Asciende a 178 el número de muertos en dos meses de protestas que exigen la renuncia del presidente izquierdista Daniel Ortega
18 de junio de 2018 – Agencias.
El sandinista Daniel Ortega sigue fiel a su doble discurso: represión y diálogo. Ocho personas murieron este sábado (madrugada de ayer en España) en ataques armados en Managua, elevando a 178 los muertos en dos meses de violentas protestas que exigen la renuncia del presidente izquierdista Daniel Ortega. La jornada fue una de las más sangrientas desde que se iniciaran los incidentes el pasado 18 de abril y complica aún más el frágil diálogo entre el Gobierno y la oposición.
Seis de los fallecidos eran miembros de una familia cuya casa del barrio Karl Marx fue incendiada tras un ataque con cócteles molotov de un grupo de encapuchados armados, informó la Policía. Dos habitantes de la casa sobrevivieron lanzándose desde un balcón: una mujer que está en estado grave y un niño hospitalizado con quemaduras.
Oposición y el Ejecutivo se acusaron mutuamente de los ataques, justo un día después de reanudarse la mesa de diálogo con la mediación de la iglesia.
«Una vez más paramilitares y turbas afines al Gobierno –de las juventudes sandinistas– fueron protagonistas de ataques», denunció Michael Healy, uno de los portavoces de la opositora Alianza Cívica por la Justicia y la Democracia, que agrupa a grupos civiles, estudiantes, empresarios y campesinos que buscan que Ortega deje el poder.
Por su parte, el ministro de Exteriores, Denis Moncada, negó toda responsabilidad en el ataque y acusó a los manifestantes de las barricadas.
Según el Centro Nicaragüense de Derechos Humanos, las «fuerzas parapoliciales en complicidad con la Policía Nacional» incendiaron esa casa y los responsables de la «matanza» impidieron a la familia Velásquez Pavón salir del inmueble y «obstaculizaron» la ayuda de sus vecinos.
Además del incendio, dos empleados de la alcaldía de Managua fueron atacados por encapuchados cuando intentaban despejar una carretera que había sido bloqueada en una zona próxima, según la policía. Fueron asesinados y quemados a plena luz del día.