27 de noviembre de 2017 – Agencias.
En Albinen, pequeña localidad montañosa de Suiza a menos de dos horas en tren de Berna y a poco menos de tres de Ginebra, el sol brilla a menudo, el paisaje es extraordinario y el aire es puro. Lo único que faltan son vecinos. Su Ayuntamiento, con apenas 240 residentes, ha perdido tres familias en los últimos años, y su alcalde, Beat Jost, asegura que han tenido que cerrar la escuela por falta de alumnos. Ante esta situación, solo quedan cinco niños en edad escolar, algunos lugareños han tenido la idea de incentivar la llegada de nuevos residentes pagando hasta 25.000 francos (21.390 euros) por adulto que se vaya a vivir al pueblo.
La iniciativa, firmada por 94 personas (casi la mitad del electorado), fue presentada por un grupo de jóvenes este agosto. El Concejo municipal la aceptó y se votará el próximo 30 de noviembre. El texto propone además que, además de los 25.000 francos por adulto, se incentive con otros 10.000 francos (8.500 euros) por niño, aunque los nuevos vecinos tienen que comprometerse a una serie de condiciones, como adquirir o rehabilitar una casa de un mínimo de 200.000 francos (170.000 euros) y comprometerse a vivir diez años.
Según los documentos del concejo, de los que se hace eco el diario The Sunday Times, la ciudad espera atraer a cinco familias, diez adultos y ocho niños, para el año 2022. En el “mejor de los casos”, se mudarían diez nuevas familias, trayendo consigo al menos 16 niños. “Esperemos que el compromiso financiero del municipio conduzca a los resultados [que queremos]”, ha manifestado el alcalde. El municipio ya ha reservado 100.000 francos suizos (85.500 euros) por año al plan. “Habrá más habitantes y más ingresos, pero también más trabajo gracias a los nuevos proyectos de construcción”, vaticina el regidor.
Hay muchos municipios de montaña que ya están poniendo en marcha medidas similares, según ha explicado el director de la Asociación Suiza de Regiones de Montaña Thomas Egger a la agencia de noticias suiza ATS. En Inden, los residentes reciben descuentos por sus compras en la tienda del pueblo y en Safien, el transporte público es gratuito para los jóvenes.
En Albinen, situada en el Valle del Ródano a 1.300 metros sobre el nivel del mar, hay una iglesia rodeada por un patio con chalés y casas típicas, muchas de ellas convertidas en segundas residencias. La idea es que quienes vayan hasta allí, no se queden solo en vacaciones.