4 de septiembre de 2017 – Agencias.
En enero de 2016, Corea del Norte anunciaba la detonación experimental de una bomba de hidrógeno, pero los expertos ponían en duda la afirmación. Este pasado domingo 3 de julio, el régimen de Pion Yang ha vuelto a anunciar lo mismo, pero esta vez los datos apuntan a que es verdad.
En la tarde del domingo, hora local, observatorios sismológicos de todo el mundo registraron un temblor subterráneo de magnitud 6 en la escala y con el epicentro en las montañas Kilju, en Corea del Norte. Investigadores noruegos y japoneses no tardaron en apuntar que la brevedad del fenómeno correspondía a una detonación nuclear, pero que su escala era muy superior a la de las otras pruebas nucleares que Corea del Norte ha realizado en los últimos 10 años.
El gobierno de Kim Jong Un emitió un comunicado jactándose de haber detonado con éxito una bomba de hidrógeno. Desde China han tratado de analizar sin éxito el patrón radioactivo de la detonación, pero de lo que no hay lugar a dudas es que se trata del artefacto nuclear más potente puesto a prueba por Corea del Norte hasta la fecha, y de que encaja perfectamente en el alcance y devastación de una bomba de ese tipo.
Los cálculos sismológicos sugieren un artefacto de 120 kilotones, que es alrededor de 10 veces superior a la bomba que Estados Unidos dejó caer sobre Hiroshima. Desde Corea del Norte aseguran que el artefacto es lo bastante pequeño como para caber en uno de sus nuevos misiles balísticos intercontinentales. La afirmación ha elevado aún más la tensión geopolítica en la región.