23 de octubre de 2017 – Agencias.
La inteligencia artificial comienza a salir del ámbito de la ciencia ficción y pasa a formar parte de nuestros dispositivos cotidianos. Estos comenzaron a llegar a través de los asistentes virtuales de voz como Siri de Apple, Alexa de Amazon, Cortana de Microsoft o Google Assistant. Pero, a pesar de que la publicidad nos habla de terminales que casi piensan por sí mismos, lo cierto es que la inteligencia artificial actual solo se basa en el reconocimiento facial de voz y de audio. Lo que se conoce como machine learning, es decir, que la máquina aprenda de nosotros y sepa anticiparse a nuestros gustos utilizando los conocimientos que ya tiene precargados. Esto es, por ejemplo, lo que utiliza Netflix cuando nos recomienda una película o serie que se basa en nuestras preferencias de visionado anteriores.
Al hilo de este machine learning bañado en inteligencia artificial (IA) están apareciendo múltiples aplicaciones para el móvil bastante curiosas y, aunque su capacidad de actuación es sorprendente, la verdadera IA del mañana dependerá más del procesador que llevSu modelo de negocio se centra en los catálogos de las tiendas de ropa más demandadas (Zara, H&M, Saks, Gap…), donde nos ofrece determinados descuentos si compramos las prendas a través de esta app.
FaceApp es una de las aplicaciones de retoque y transformación de retratos más conocidas. No solo por su popularidad, sino también por la polémica que apareció tras la denuncia de que uno de sus filtros tenía tendencia a aclarar el color de la piel para hacer más atractivas a las personas. Vamos que volvía blancas a las personas negras. Fue tildada de app racista y sus creadores tuvieron que disculparse públicamente en abril de este año.
FaceApp utiliza inteligencia artificial y una serie de redes neuronales que van aprendiendo de cada foto retocada por cada uno de los usuarios y así combinar los distintos elementos de nuestro rostro con los otros que tiene en su base de datos. De esta forma cuanta más gente la utilice mejores serán sus sugerencias. Lo más sorprendente es que puede añadirnos una sonrisa totalmente natural en una foto donde estamos serios, quitarnos las gafas, incluso dejarnos ver cómo seríamos si fuéramos del sexo contario o el aspecto probable que tengamos al envejecer.
Parla es un ejemplo de que el machine learning también ha llegado a la educación. Es una aplicación para el aprendizaje de idiomas que, según sus creadores, se basa en la inteligencia artificial para hacer más efectiva y personalizada la adquisición de conocimientos. Ya que cada individuo tiene sus capacidades y ritmos a la hora de adquirir conocimientos, la app indaga en el comportamiento del usuario, aprende su forma de estudiar y descubre sus puntos débiles en pronunciación o vocabulario para hacerle la tarea más sencilla, eficaz e intuitiva, llegando incluso a encontrar la manera de motivar emocionalmente al alumno para que se interese verdaderamente por las clases.
ThirdLeap Math se convierte en un profesor de matemáticas particular de nuestros hijos. No solo ayuda al alumno a hacer los deberes, sino que también le ayuda a comprender cómo se llega a obtener la solución de cada problema matemático. El programa es capaz de analizar la evolución del usuario e incluso evaluar su avance cada cierto tiempo a modo de controles.
Gyant es uno de los numerosos ‘bots’ destinados a la salud. A través de una conversación de lo más natural nos pide que le indiquemos cuales son nuestros síntomas para determinar la causa probable que nos aqueja. Su ayuda puede ser útil para determinar lo que nos afecta o bien para tranquilizarnos si somos algo hipocondríacos.
Sherpa es la iniciativa española que nació como la alternativa Android al asistente virtual Siri de Apple, allá por el 2013. Ha ido evolucionando desde entonces y puede que sea menos conocido que sus competidores, pero gracias a sus algoritmos aprende todo de nosotros y llega incluso a predecir la información que necesitamos anticipándose a dárnosla incluso antes de preguntar por ella.
Ems. Buscar piso nunca es fácil, requiere bastante tiempo y la consulta de numerosas webs con cientos de fichas de viviendas. Esta app es un ejemplo de que la IA puede agilizar mucho ciertas tareas que requieren un tiempo que no tenemos. Nos ayuda a encontrar el lugar perfecto donde vivir con solo decirle las premisas que queremos. La única pega es que aún está en fase beta y de momento solo puede ayudarnos a encontrar casas en Londres.
Mezi es un asistente virtual de compra que es capaz tanto de encontrarnos diferentes productos en numerosas tiendas, como de organizarnos un viaje completo con vuelos, hoteles, restaurantes o traslados incluidos con solo conversar con la app. Combina la asistencia de la inteligencia artificial con la intervención propiamente humana de agentes de viajes o asesores de tiendas de comercio electrónico.
Bridge Kitchen, que aún está en fase beta, no es la típica aplicación de recetas de cocina, sino que se pone en el lugar de nuestra madre y nos dice cómo cocinar un plato determinado paso a paso, resolviendo incluso las dudas de cocinado que nos surjan mientras vamos elaborando la comida.
Buaala nos ayuda a construir nuestra propia programación televisiva a partir de nuestros gustos o tendencias y también nos permite compartir estos y otros planes de ocio con nuestros amigos. Para sus propuestas de contenidos utiliza un algoritmo de inteligencia artificial basado en inteligencia colectiva con el que nos propone qué ver de nuestro interés en toda la oferta diaria, esto incluye tanto la televisión tradicional como en las plataformas de streaming, e incluso nos conecta con otros usuarios que tienen intereses audiovisuales similares a los nuestros.
Amper Music no es una aplicación móvil, al menos todavía, sino una programa web que estás aún en fase beta y que se dedica a componer música usando inteligencia artificial. Es evidente que la música necesita el aporte de la creatividad humana para tener la categoría de arte, pero también es cierto que una máquina nos puede servir de ayuda en este proceso creativo y eso es precisamente lo que hace este servicio, ya que a través de este programa podemos pedir al ordenador que componga música única para, por ejemplo, poner de fondo en un vídeo. Para hacerlo funcionar tan solo tenemos que indicar el estilo que queremos, nuestro estado de ánimo y la duración que necesitamos.
Lyli, solo disponible en iOS, se trata de un ‘bot’ que conversa con nosotros para recabar información y poder así recomendarnos un determinado estilo de ropa que supone que encajará a la perfección con nuestros gustos. Lyli intenta ser la sustitución digital de la amiga o amigo que nos espera en la puerta del probador para darnos su más sincera opinión. Empieza preguntado cómo somos para obtener datos de nuestras hechuras corporales y después nos muestra ropa aleatoriamente para que le digamos si es de nuestro agrado o no. De esta forma va afinando en la oferta hasta llegar a algo que podríamos considerar el ideal de nuestro guardarropa.