La bomba estaba oculta en dos motocicletas conducidas por cuatro personas de una familia que viajaban con una niña de ocho años, que ha sobrevivido
14 de mayo de 2018 – Agencias.
Cuatro suicidas han muerto, y diez civiles y policías han resultado heridos hoy en Indonesia en la explosión de una bomba en una comisaría de Surabaya, donde desde ayer han muerto una veintena de personas en una serie de atentados con explosivos contra iglesias. La Policía ha atribuido el ataque a una familia de cinco miembros, entre ellos una niña de ocho años, que ha sobrevivido y se encuentra hospitalizado.
Los miembros de la familia habrían llegado al lugar de los hechos en dos motocicletas y se habrían inmolado en las inmediaciones de la comisaría, según ha explicado el jefe de la Policía Tito Karnavian durante una rueda de prensa.
Las imágenes muestran como al menos cuatro policías estaban en el control en el momento de la explosión, que ocurrió mientras otras dos personas circulaban en otra motocicleta por el mismo lugar.
El presidente de Indonesia, Joko Widodo, calificó el nuevo ataque de «inhumano» y «cobarde» y afirmó que acelerará la revisión de la ley antiterrorista «tan pronto como sea posible», en una intervención televisada.
El incidente ha tenido lugar tan sólo unas horas después de que una bomba casera explotara en una vivienda de la localidad de Sidoarjo, en la isla de Java, donde han muerto tres personas, presuntamente miembros de la misma familia.
Este mismo domingo por la mañana catorce personas han muerto y otras 41 han resultado heridas en una serie de atentados suicidas llevados a cabo contra tres iglesias de Surabaya, la segunda ciudad más importante del país, por parte de varios miembros de una misma familia.