1 de octubre de 2025 – Sídney (Australia) – EFE.
Erin Patterson, la mujer australiana que recibió una condena de cadena perpetua luego de ser declarada culpable de asesinar a tres de sus familiares con hongos venenosos en 2023, ha anunciado que presentará una apelación contra su sentencia. Este anuncio fue formalizado este jueves por su representación legal. El abogado Richard Edney comunicó la intención de apelar durante una audiencia de carácter administrativo llevada a cabo en el Tribunal Supremo de Victoria, al sur de Australia. Aunque el defensor confirmó que “habrá una apelación contra la condena”, no ofreció detalles sobre las bases legales de esta solicitud ni confirmó si los documentos requeridos ya han sido entregados de manera formal.
Patterson, de 51 años de edad, fue sentenciada a la pena máxima con un requisito de cumplir al menos 33 años en prisión antes de poder ser considerada para libertad condicional. La condena se impuso tras ser hallada responsable de las muertes de Don y Gail Patterson, junto con Heather Wilkinson, y por el intento de homicidio de Ian Wilkinson. Todos ellos ingirieron un plato de solomillo Wellington que ella había contaminado con setas altamente tóxicas en su residencia, ubicada en la localidad de Leongatha, en el estado de Victoria. Por su parte, la Fiscalía de Victoria aún está evaluando si también apelará la sentencia, ya que considera que la extrema gravedad de los crímenes cometidos podría justificar que Patterson nunca tuviera la posibilidad de acceder a la libertad condicional.
La decisión de buscar una apelación surge de los hechos ocurridos el 29 de julio de 2023, cuando Patterson invitó a sus exsuegros, Don y Gail Patterson, así como a la hermana y el cuñado de Gail, Heather e Ian Wilkson, a una comida en su hogar en la comunidad rural de Leongatha. Inicialmente, su exesposo, Simon Patterson, padre de sus dos hijos en común, también estaba en la lista de invitados para la reunión, pero finalmente no asistió. La razón original esgrimida por Erin para convocar la reunión era informar a sus familiares que padecía cáncer, una enfermedad que, según quedó demostrado posteriormente, nunca le fue diagnosticada por ningún especialista médico.
Durante el encuentro, los invitados consumieron solomillos Wellington servidos de manera individual, un plato que contenía trozos de carne envueltos en masa de hojaldre con puré de patatas y judías verdes, y que fue preparado por la propia Patterson e incluía las setas. Tras finalizar el almuerzo, los cuatro asistentes comenzaron a sentirse gravemente enfermos de manera inmediata, lo que motivó su urgente traslado a un centro hospitalario para recibir atención médica.
A pesar de los esfuerzos del personal médico, Don y Gail Patterson, ambos de 70 años, junto con Heather Wilkinson, de 66 años, fallecieron entre los días 4 y 5 de agosto de 2023, a causa de la intoxicación. Ian Wilkinson fue el único de los cuatro invitados que logró sobrevivir a la ingesta de la comida contaminada.
Los informes toxicológicos realizados durante la investigación confirmaron que la mujer había utilizado uno de los hongos más peligrosos que existen, conocido como amanita phalloides o la oronja verde. Este hongo mortal fue incorporado intencionalmente a la preparación de los platos de solomillo Wellington que Patterson sirvió a los familiares de su expareja, resultando en el trágico desenlace.