19 de septiembre de 2024 – Ciudad Juárez (México) – EFE.
Autoridades mexicanas llevaron a cabo este jueves tareas para extraer el ácido sulfúrico de los vagones del tren que se descarriló con migrantes hace dos semanas, cerca de la frontera con Estados Unidos, lo que resultó en la muerte de un niño venezolano de cuatro años y alrededor de 10 heridos, además del derrame químico.
El incidente, en la carretera de Ahumada a Ciudad Juárez, en el estado de Chihuahua, ha preocupado a las autoridades locales y organizaciones medioambientales debido al alto riesgo que conlleva el manejo inadecuado de esta sustancia peligrosa, ya que es corrosiva y tóxica.
Expertos advirtieron que cualquier fuga durante la extracción podría contaminar los suelos y cuerpos de agua cercanos, con efectos severos a largo plazo.
“Conocemos del derrame de 53.000 litros de ácido sulfúrico y no se ha determinado cuánto cloro se vertió”, declaró a EFE Daniel Delgadillo Díaz, ingeniero agrónomo de la región.
El especialista mencionó que la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa), “en un primer análisis que realizó, indicó que son aproximadamente 192 metros cuadrados de suelo afectados”.
Señaló que las principales afectaciones son quemaduras, que también podrían afectar a plantas y animales.
El tren de 12 vagones se descarriló el 3 de septiembre, cuando falleció el niño venezolano y otros migrantes de Nicaragua y Venezuela resultaron heridos.
Este tramo ferroviario es conocido como una de las rutas más utilizadas por migrantes que intentan llegar a Estados Unidos, por lo que el accidente subraya aún más la vulnerabilidad de quienes viajan de manera irregular, expuso el pastor Francisco González, director de los albergues Somos Uno por Juárez.
“Nos preocupa porque esto es una evidencia muy clara de que las personas en movilidad, en este caso los migrantes, son cada vez más vulnerables. Eso realmente nos preocupa, ya que siguen buscando vías alternativas para poder llegar”, comentó a EFE.
El cuerpo del migrante fallecido ya fue entregado a sus familiares tras un prolongado proceso debido a su situación migratoria, lo que conmovió a sus compatriotas.
“No es lo que deseamos; lo que más amamos son nuestros hijos y es muy lamentable, muy difícil, y causa mucha tristeza saber cómo día a día las personas enfrentan tantas adversidades con tal de llegar a este lugar caminando con sed y hambre”, dijo una migrante que prefirió no identificarse.
La migración irregular a través de México aumentó un 193 % interanual en la primera mitad del año, alcanzando un récord de más de 712.000, según la Unidad de Política Migratoria del Gobierno.
