11 de abril de 2022 – Washington – EFE.
El presidente estadounidense, Joe Biden, anunció este lunes una nueva medida para regular las armas de fabricación caseras, conocidas como “ghost guns” (armas fantasma), por carecer de número de serie. De esta manera, son difíciles de rastrear por las fuerzas de seguridad, siendo también responsables de un creciente número de tiroteos masivos.
“Es de sentido común”, proclamó el mandatario, defendiendo esta medida en un acto en los jardines de la Casa Blanca al que acudieron supervivientes de tiroteos, padres que han perdido a sus hijos, así como activistas por el control de armas.
En una mesa junto al podio se mostró una de esas armas, que pueden comprarse en internet por piezas que se ensamblan en menos de media hora y que el propio presidente exhibió con sus manos. “Esta es el arma, no es difícil de montar”, explicó, agregando que “con un taladro en casa no lleva mucho tiempo”, enfatizando que “cualquiera puede pedirla por correo, cualquiera”.
La medida anunciada por Biden, que entrará en vigor en cuatro meses, cambiará la actual definición de arma bajo la ley federal para incluir aquellas que están en piezas y aquellas fabricadas con impresoras 3D. Bajo la nueva norma, los kits de las piezas que componen las “armas fantasma” tendrán que tener números de serie que permitan su identificación y quienes los compren deberán someterse a la misma verificación de antecedentes por la que pasan quienes adquieren armas tradicionales.
Por su dificultad para ser localizados, este tipo de instrumentos ha atraído en los últimos años a aquellos que no pueden comprar pistolas por la vía tradicional por tener antecedentes penales o por ser menores de 18 o 21 años, las edades legales para comprar armas en EE.UU. Las “armas fantasma” se están usando cada vez más en tiroteos en las escuelas, según ha denunciado el grupo Students Demand Action.
Tiroteos en escuelas
Al acto acudió una de las integrantes de mencionado grupo, Mia Tretta, quien en 2019 fue disparada en el abdomen por una de esas “armas fantasma” y perdió a dos de sus compañeros de clase en un tiroteo en su instituto de Santa Clarita, California. “Es un honor estar hoy aquí”, señaló, agregando que “no solo porque es la Casa Blanca, sino porque estoy hablando en nombre de dos compañeros que no pueden estar con nosotros, uno de ellos, mi mejor amigo”.
“Hasta que escuchamos un ruido alto, era un balazo, seguido de otros dieciséis”, continúo. “Una de las balas me dio en el estómago y de alguna forma conseguí levantarme y salir corriendo, pero Dominic [su amigo] no pudo”, recordó Tretta. El autor del tiroteo fue un joven de 16 años que luego se suicidó y que había usado una pistola semiautomática de 45 milímetros que su padre había construido en casa.
Mucho por hacer
A nivel federal, Biden ya anunció el año pasado su intención de regularizar ese tipo de pistolas y hoy, tras un año de escollos administrativos, anunció la normativa. El mandatario, sin embargo, reconoció los límites de la medida anunciada y pidió al Congreso que apruebe leyes para que todos aquellos que compren armas tengan que pasar un control de antecedentes penales, sin importar si las adquieren en ferias o en internet.
Además, pidió a los legisladores que prohíban las armas de asalto y aquellas capaces de disparar decenas de balas al mismo tiempo sin necesidad de recargar. Asimismo, urgió al Senado a confirmar a su nuevo candidato para dirigir la oficina de Alcohol, Tabaco, Armas de Fuego y Explosivos (ATF, en inglés), Steve Dettlebach, quien fue fiscal general del estado de Ohio entre 2009 y 2016 bajo el gobierno de Barack Obama.
El Congreso de EE.UU. lleva más de dos décadas sin aprobar una ley que limite significativamente la posesión de armas, protegida en la Segunda Enmienda de la Constitución. Esto, porque la poderosa Asociación Nacional del Rifle (NRA) ha ayudado a financiar las campañas políticas de cientos de miembros del Congreso, tanto demócratas como republicanos, según la base de datos Open Secrets que gestiona el Centro para una Política Responsable.
Entre los asistentes al acto de hoy estaba también Manuel Oliver, el padre de Joaquín, uno de los diecisiete asesinados en la escuela secundaria de Parkland, también en Florida, en 2018. Oliver llevó al acto los zapatos que su hijo se había comprado para su graduación.