3 de junio de 2021 – por: El Director.
En los editoriales pasados he expuesto mi pensamiento y he dado algunas pautas para encaminarnos en este reto: ser mejores cada día. Considero que nuestro mundo es bello, pero nuestra especie, no tiene un comportamiento acorde con nuestro hogar, nuestro planeta azul. Las ansias de poder y riquezas han sido desde siempre los propósitos de muchos y en ese camino para alcanzar tan egoístas y mezquinos propósitos, no ha importado el sacrificio de otros semejantes, no ha importado el dolor ni la angustia de millones de seres. Es como si quisiéramos acabarnos como especie. Si, no somos los mejores, pero podemos lograrlo, necesitamos dar ese primer paso para ser excelentes seres humanos, solo así nuestra especie perdurará y ser merecedora del premio de vivir en este pequeño planeta azul, solo así podremos mirar las estrellas y algún din no muy lejano, expandir nuestra especie por el universo, pero solo, si somos mejores seres humanos.
Estos artículos han profundizado en las formas en que podéis ser mejores personas. Hablamos de ser amable con los demás o de humanizar tus interacciones con todos de forma habitual. Esto significa ser amable con uno mismo evitando formas tóxicas de pensar e interactuar con la gente que te rodea. Significa respetar a los demás como personas antes de criticarlos o etiquetarlos como incapaces sin tu ayuda.
Hay un viejo proverbio que me gusta repetir: “La vida es demasiado corta para perder el tiempo almacenado rencor y odio con la gente”. No tenemos que renunciar a las personas; podemos llegar a ellas y ayudarlas de formas que ni siquiera saben que son posibles. Si nos centramos en crear buenos empleos para los seres humano en el mundo, podemos mejorar la vida de las personas y convertirlo en un lugar mejor. Eso significa tomárselo en serio: Los más jóvenes tienen otros 100 años en este planeta y deben aprovecharlos al máximo.
¿Por qué?: porque por muy buena que sea la vida, siempre hay algo que aprender. Somos personas, no sólo máquinas que funcionan. Tenemos cosas que vale la pena decir, necesidades que satisfacemos, talentos que desplegamos, sueños y aspiraciones. A su vez, queremos que los demás sepan que tienen valor, y que desarrollen su potencial para ser mejores seres humanos.
Todos somos responsables de los demás: producimos y consumimos los productos de nuestro trabajo, transmitimos o contagiamos conocimientos, creencias y valores, creamos nuevas ideas, cuidamos de nuestros hijos, ayudamos a los enfermos y a los ancianos, damos un poco de ánimo y quitamos un poco de estrés. Los balances de nuestras acciones nos dirán cómo se siente -e incluso cómo se piensa- sobre nosotros como personas, pero si queremos convivir bien en una sociedad civilizada nos necesitamos para caminar
En la Europa del siglo XIX, la solidaridad (o el nacionalismo “humanitario”) fue la fuerza más poderosa para configurar la política y la sociedad. Produjo el estado de bienestar europeo, precursor del actual, así como la educación pública universal para el hombre común. Infundió a las instituciones políticas y a los valores culturales la compasión y el deber hacia el prójimo.
Nadie es perfecto. Escribo este editorial porque dentro de la humanidad hay personas que tienen muy poco que ofrecer y, sin embargo, son las que nos permiten ser buenos seres humanos. Hacen todas esas pequeñas cosas que nosotros damos por sentadas. Son estas pequeñas acciones las que demuestran por qué todos deberíamos intentar ser mejores personas. Ser amable, ser servicial y ser respetuoso siempre es un gran paso. En las tres últimas semanas les he dado una lista de recursos para todos aquellos que deseen ser mejores personas. Os guiará sobre cómo ser mejores, una acción a la vez.
El término “bueno” es relativo, pero yo diría que… ¡positivo! Ser buena persona es una descripción positiva tanto para ti como para los miembros de tu comunidad. Ser bueno puede variar según la situación, sus objetivos (o la falta de ellos), pero a menudo la calidad de vida aumenta cuando los miembros de una comunidad toman buenas decisiones. Pero no debemos esperar a que los otros tomen la iniciativa, se tú de los primeros, recuerda que todo camino, por muy largo y difícil que sea, se inicia con un primer paso y te di en mis últimos editoriales pautas para lograrlo, ahora solo depende de ti. Animo: ¡Conviértete desde ahora en un mejor ser humano!
El director
Ing. Jairo Vargas
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