La mano derecha de Otto Pérez Molina todavía se enfrenta a dos juicios más y a una solicitud de extradición de Estados Unidos por narcotráfico y lavado de dinero
10 de octubre de 2018 – Guatemala – Agencias.
La exvicepresidenta de Guatemala Roxana Baldetti Elías, de 62 años, ha sido condenada la madrugada de este martes a 15 años y seis meses de cárcel en el primero de los tres casos judiciales a los que se enfrenta por delitos relacionados con corrupción. Según el veredicto alcanzado tras 16 horas de deliberación, Baldetti, que formó parte del Gobierno de Otto Pérez Molina, y su hermano Mario son responsables de tráfico de influencias, fraude y asociación ilícita. Por estos dos últimos delitos, siete personas más fueron condenadas.
La sentencia considera la limpieza del lago de Amatitlán (centro del país) “un acto grotesco sin más afán que defraudar al Estado de Guatemala”. Además, asegura que la fórmula para limpiar el lago “resultó ser agua con sal y cloro, dañina para la salud”. Fue, en efecto, un fraude descarado. Según aseguraron en aquel momento las autoridades el lago quedaría descontaminado tras derramar en sus aguas una suerte de pócima milagrosa destinada a purificar una masa de agua de 15,2 kilómetros cuadrados que se había convertido en la fosa séptica de los barrios y colonias residenciales situadas al sur de la capital y de las poblaciones que lo rodean. De acuerdo a un estudio de la Autoridad para el Manejo Sustentable de la cuenca del lago (Amsa), “el 90% del agua que ingresa al lago procede de los drenajes”, aspecto que ni siquiera se menciona en el plan de purificación.
A lo largo del proceso se conoció que la entonces todopoderosa vicepresidenta y mano derecha de Pérez Molina usó su influencia para contratar una empresa de origen israelí, M. Tarcic Engineering Limited, que ofreció limpiar el lago con una fórmula secreta que, amén de no tener registro sanitario, estaba compuesta por ingredientes que se pueden comprar casi en cualquier mercado, como sal, ajos, y agua oxigenada. Esa solución mágica, que supuestamente iba a descontaminar el lago en un espacio breve de tiempo, tuvo un coste de 137,8 millones de quetzales (unos 17 millones de dólares).
“Esta condena pone en evidencia que todos los casos señalados por la Fiscalía Especial Contra la Corrupción (FECI), de la mano de la Comisión Internacional Contra la Impunidad en Guatemala (CICIG) están dando los frutos esperados”, ha dicho el sociólogo Gustavo Berganza en referencia a la alianza entre la Fiscalía guatemalteca y la misión de Naciones Unidas que investiga la corrupción en el país.
“[La sentencia] tiene un impacto positivo. En primera instancia fortalece al sistema de justicia, una justicia que hasta ahora no llegaba a las autoridades que cometían delitos de corrupción. Esto se acaba y evidencia la necesidad de continuar la lucha contra la corrupción y el papel que en este contexto juega la CICIG. También explica el por qué las estructuras que se ven afectadas tratan de impedir la continuidad de la misión de la ONU”, ha señalado José Carlos Sanabria, de la Asociación de Investigación y Estudios Sociales.
Concluido este primer juicio, la exvicepresidenta deberá responder por otros dos casos ante la justicia. Entre ellos, el de La Línea por el que fue encarcelado Otto Pérez Molina.
Baldetti tiene además pendiente una solicitud de extradición del Gobierno estadounidense, país en el que está acusada de lavado de dinero y conspiración para el tráfico de drogas. La exvicepresidenta ya aceptó ser extraditada.
Ascenso meteórico
Nacida y crecida, según confesión propia, en medio de grandes privaciones en un barrio periférico de clase media baja de la capital guatemalteca, Baldetti acumuló una fortuna escandalosa que se hizo imposible ocultar. Cuando estaba en el punto de mira de las investigaciones se vio obligada a renunciar al cargo el 8 de mayo de 2015, 15 meses antes del fin de su mandato.
En su juventud, la antigua número dos del Ejecutivo fue candidata a miss Guatemala. Obtuvo una licenciatura en Ciencias de la Comunicación, aunque ejerció muy brevemente como periodista para dedicarse al más productivo ejercicio de la política, donde alcanzó un escaño en el legislativo antes de llegar a la vicepresidencia del país centroamericano.