9 de junio de 2025 – Miami (EE.UU.) – EFE.
Organizaciones civiles denunciaron un polémico acuerdo entre el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) de Estados Unidos y las cárceles del condado de Miami-Dade, en Florida, por el que más de 430 migrantes detenidos podrían ser “desaparecidos” del sistema. Este convenio, según las denuncias, agravaría las ya precarias condiciones en las que se encuentran los migrantes retenidos en estas instalaciones locales.
El acuerdo permitiría al ICE pagar al condado 50 dólares por mantener a un migrante en custodia durante 48 horas en prisiones locales, además de otorgarle acceso a todos los detenidos y la facultad de decidir qué información se comparte públicamente. Aunque la votación estaba prevista para el lunes, fue pospuesta hasta el 26 de junio. Activistas sostienen que esta medida implica una mayor colaboración con una política federal que consideran cada vez más agresiva y opaca.
La abogada Alana Greer, del Community Justice Project, advirtió que este tipo de acuerdos representa una intensificación de la colaboración con ICE justo cuando el Gobierno federal ha sido acusado de prácticas violentas y de ocultar el paradero de migrantes. Por su parte, el analista Thomas Kennedy, de la Florida Immigrant Coalition, afirmó que este convenio institucionaliza una “cultura de antitransparencia”, permitiendo que los detenidos desaparezcan del sistema sin que se tenga acceso a su información.
Según datos oficiales, actualmente hay más de 430 migrantes bajo custodia del condado de Miami-Dade, lo que representa cerca del 10 % del total de personas recluidas por diversas causas. Organizaciones civiles han advertido que, con el nuevo acuerdo, ICE podría impedir que el condado divulgue información sobre estas detenciones, eliminando cualquier posibilidad de seguimiento público y legal.
Las condiciones de los centros de detención en Florida también han sido objeto de fuertes críticas. En el Centro de Detención de Krome, por ejemplo, más de un centenar de migrantes organizaron recientemente una señal de auxilio con sus cuerpos, denunciando hacinamiento extremo. Desde enero, cuatro personas han fallecido en ese recinto, que opera con una sobrepoblación del 200 %, según activistas.
Por otro lado, la presión estatal sobre los funcionarios que no cooperen con ICE también va en aumento. El fiscal general de Florida advirtió que el alguacil del condado de Broward podría ser destituido por negarse a detener migrantes indocumentados. Esta amenaza forma parte de la línea dura del gobernador Ron DeSantis, cuyas políticas migratorias siguen el modelo del expresidente Donald Trump, prohibiendo ciudades santuario e imponiendo duras sanciones a quienes no colaboren con las autoridades federales de inmigración.
