19 de diciembre de 2024 – EE.UU. – EFE.
Un equipo de científicos ha desarrollado un método para aumentar la eficacia de las vacunas contra la gripe estacional, demostrando que también podrían ser efectivas contra otras variantes gripales con potencial pandémico, como la gripe aviar, en caso de que se transmitiera entre humanos.
Los resultados de este estudio fueron publicados este jueves en la revista Science y fueron liderados por investigadores de la Universidad de Stanford, en California. La investigación fue financiada por el Instituto Nacional de Salud de Estados Unidos.
El virus de la gripe tiene moléculas llamadas hemaglutinina, que se adhieren a las células de las vías respiratorias y los pulmones. Estas moléculas son las que la vacuna antigripal común utiliza para generar inmunidad en el organismo.
La vacuna tradicional contra la gripe contiene una mezcla de cuatro versiones de hemaglutinina, cada una representando un subtipo de gripe que circula habitualmente. Esta combinación busca proteger al receptor de esos subtipos que podrían ingresar al cuerpo a través de las vías respiratorias.
A pesar de esta estrategia, la eficacia de la vacuna varía entre un 20% y un 80%. Esto se debe a que muchas personas vacunadas no producen suficientes anticuerpos frente a uno o más de los subtipos incluidos en la vacuna.
Los investigadores descubrieron que la respuesta inmune de cada persona depende de su genética, lo que influye en qué subtipo de hemaglutinina su cuerpo está más dispuesto a combatir. Esto llevó al equipo a investigar cómo mejorar la respuesta inmune de manera más efectiva.
Para lograrlo, los científicos idearon una forma de “engañar” al sistema inmunitario para que preste atención a los cuatro subtipos de hemaglutinina. En la formulación estándar, los antígenos correspondientes a los subtipos de la gripe se administran como partículas separadas. El avance del estudio consistió en diseñar una vacuna en la que las cuatro variedades de hemaglutinina estuvieran químicamente unidas en una estructura molecular.
De esta manera, las células inmunitarias, como los linfocitos B, reconocen y digieren toda la matriz de hemaglutinina. Esto hace que el sistema inmunológico se prepare para defenderse de todos los subtipos, incluso si la predisposición genética de la persona no favorecía su respuesta a ciertos tipos de hemaglutinina.
El equipo explicó que este enfoque obliga a los linfocitos B a “ingerir” todos los subtipos, de manera similar a forzarlos a aceptar algo que normalmente rechazarían, como el “brócoli”. Como resultado, el sistema inmunológico produce una gran cantidad de anticuerpos que pueden frenar cualquier subtipo del virus de la gripe.
Para probar esta nueva vacuna, los investigadores utilizaron organoides de amígdalas humanas y tejido linfático extraído de pacientes con amigdalitis. Los organoides mostraron una respuesta sólida de anticuerpos frente a los cuatro subtipos de la gripe común, lo que demostró la efectividad de la nueva vacuna.
Dado el temor a una posible expansión de la gripe aviar entre humanos, los investigadores probaron su vacuna utilizando la hemaglutinina de la gripe aviar, combinada con los antígenos estacionales. Los resultados mostraron que la matriz con los cinco antígenos generaba anticuerpos contra todos los tipos de gripe, incluyendo la aviar, de manera más eficaz que al administrar solo la hemaglutinina de la gripe aviar.
Este avance podría llevar al desarrollo de una vacuna contra la gripe mucho más eficaz, capaz de proteger contra las cepas comunes y también contra virus como el de la gripe aviar. Según los investigadores, superar el sesgo de subtipo en la respuesta inmune podría transformar la manera en que combatimos el virus de la gripe en el futuro.