30 de abril de 2020 – por: El Director.
Para nadie es fácil tomar una decisión de la cual pudiera depender las vidas de muchas personas, el eterno dilema: economía ($$) o vidas humanas, es una situación que nuestros gobernantes enfrentan ante la pandemia. Si se reabren los negocios, se corre el riesgo que los contagios y desafortunadamente los muertos aumenten y así digamos de que vamos a estar muy pendientes cada uno de nosotros de respetar las normas de aislamiento social, limpieza extrema y demás aspectos que involucran la disminución de la propagación del COVID-19, siempre existe el riesgo de contacto, además; que por lo que conocemos con respecto a nuestro comportamiento en acatar el estricto cumplimiento de normas, de seguro luego que avance la apertura de negocios, se le ira tomando más confianza a estas medidas y se van a ir perdiendo poco a poco las precauciones estrictas que se hicieran antes de la apertura de los negocios. Ya Trump habla sobre anunciar la expiración de las normas de distanciamiento social que se implementaron por el covid-19.
Si la curva, como todos esperamos desciende, maravilloso y más estados junto con su infraestructura se irán uniendo al retorno a la “normalidad”. Pero basta con que uno de ellos aumente nuevamente el número de contagios y muertes, para que el temor se apodere de los demás gobernantes y no se arriesguen a dar la orden de apertura económica y regresen a las medidas anteriores. Anthony Fauci, asesor médico de la Casa Blanca durante el coronavirus, asegura que la apertura temprana en Georgia va a incidir en un aumento de contagios y muertes y hablo recientemente sobre una inevitable segunda ola de coronavirus mas letal en otoño- invierno de este año.
Claro, como todos conocemos, no podemos seguir confinados en nuestras casas sin un ingreso económico, puesto que los “billes” continúan, y así se ofrezcan alternativas de pago y se extienda el tiempo para cancelarlos, en algún momento debemos de hacerlo. Lo cierto es que todos necesitamos de entradas económicas, dependemos de ellas para pagar nuestros compromisos: arriendo, servicios, comida, salud, educación y esto es un círculo, nuestro arrendador también necesita que le paguemos el arriendo, por citar un ejemplo, y también pudiera esperarse que el gobierno lo subsidie económicamente como a muchos trabajadores que perdieron sus trabajos con los cheques de ayuda, ¿pero hasta cuándo se puede continuar con este incentivo económico?; aquí tenemos que dejar muy en claro: se han excluido a gran parte de nuestros inmigrantes latinos, paradójicamente a quienes hacen posible que los alimentos lleguen hasta tu mesa y muchos otros que realizan labores al servicio de todos.
Yo soy del pensamiento, que las medidas tomadas de un confinamiento, todos en casa resguardándonos y protegiéndonos, hubiese sido de gran ayuda para acabar con los contagios, pero siempre y cuando la orden hubiese sido para todos, un mes todos sin salir y seguramente el coronavirus, se hubiese marchado, porque no encontraría huésped, pero medidas tomadas a medias, unos si confinados, mientras otros no, eso no da resultado y las cifras no mienten. Mientras los grandes almacenes permanecían abiertos, los pequeños negocios cerrados. Mientras obligaban a usar mascarillas, en muchos negocios abiertos no era así. Las normas no fueron de la misma manera para todos y en esa mediada las cosas no han sido tan efectivas. Abrir por zonas, teniendo en cuenta la disminución consecutiva de los contagiados en cada una de ellas y evitando que los de las otras zonas lleguen allí, pudiera ser la mejor manera para abrir la economía poco a poco, evitando abrir por emociones.
En cuanto los subsidios económicos. aunque lleguen a muchos otros, cabe la pregunta: ¿hasta cuándo?, esto no puede seguir por meses el país no lo soportaría, ya se empiezan a verse como en nuestro dilema planteado al comienzo de este editorial: Dinero Vs Salud, toca a las procesadoras de alimentos.
Las Procesadoras de carne es un ejemplo de ello. ¿Cuál es el costo de que las procesadoras de carne sigan operando? Una orden ejecutiva del presidente Trump para mantener abiertas las fábricas procesadoras de carne podría ser contraproducente, según grupos que velan por los derechos de los trabajadores y expertos en salud pública. Dicen que la industria que empaqueta la carne necesita proteger mejor a los trabajadores, muchos de ellos inmigrantes, para que puedan así continuar operando.
La decisión del presidente Donald Trump de firmar una orden ejecutiva el pasado martes para mantener abiertas las plantas procesadoras de carne, con una gran mano de obra inmigrante, está siendo fuertemente criticada por defensores de los derechos laborales y expertos en salud pública. El decreto busca garantizar el suministro de alimentos en todo el país, a pesar de los crecientes informes de muertes de trabajadores en este tipo de plantas debido al covid-19, la enfermedad causada por el coronavirus. La orden también incluye pautas para minimizar riesgos para los trabajadores más vulnerables, además de darle más protección legal a las empresas si un empleado se contagia en su necesidad de ir a trabajar.
Muchas más empresas seguirán operando, así sean focos de coronavirus, no se puede parar el país, dicen algunos, otros consideran que deben abrirse los negocios poco a poco, teniendo en cuenta el número de contagios del área y con medidas rígidas sobre el distanciamiento social e higiene. ¿Cuál seria la mejor formula según su criterio? Escríbanme a [email protected]
El Director
Ing. Jairo Vargas
Latino News, LLC