12 de septiembre de 2017 – París – EFE.
Manifestantes encapuchados se enfrentaron con piedras a unidades antidisturbios de la Policía francesa, que replicaron con gases lacrimógenos y cañones de agua, los actos de violencia en la manifestación convocada hoy en París contra la reforma laboral que pretende aprobar el Ejecutivo.
La protesta, que comenzó a las 14.00 hora local (12.00 GMT) en la plaza de la Bastilla, reunió en las calles de la capital francesa a unas 60.000 personas, según el principal sindicato convocante, la Confederación General de Trabajadores (CGT), y 24.000 según la Policía.
Después de que la manifestación -a la que no se adhirieron ni el primer sindicato del país, la CFDT, ni Fuerza Obrera (FO)- transcurriera en calma durante dos horas, unos 300 encapuchados causaron “desperfectos”, principalmente en escaparates y carteles publicitarios.
Tras el comienzo de los disturbios al menos tres personas han sido ya detenidas, según el canal de televisión “BFM TV”, que también informó de que un manifestante resultó herido y tuvo que ser trasladado al hospital.
La CGT convocó para hoy una huelga general en todo el país, además de 180 manifestaciones, que darán la medida sobre el éxito real de la movilización contra la reforma laboral promovida por el presidente, Emmanuel Macron, que será aprobada por el Gobierno el próximo día 22.
El seguimiento de la huelga ha causado perturbaciones en el transporte aéreo, especialmente entre las compañías de bajo coste, y algunas alteraciones en el servicio de trenes.
Sin embargo, el principal perjudicado ha sido el transporte por carretera en París. Paradójicamente, esto no ha sido como consecuencia del seguimiento de la huelga general sino de una protesta sectorial convocada en las carreteras de la capital por los feriantes en contra del Gobierno.