17 de diciembre de 2024 – Quito – EFE.
El gobierno de Ecuador anunció este martes una multa de 900.000 dólares a la empresa Progen, una compañía estadounidense, por el incumplimiento de los plazos de entrega e instalación de generadores eléctricos. Estos generadores fueron contratados para ayudar a mitigar la crisis eléctrica que afecta al país desde mediados de septiembre. Además, el gobierno decidió auditar el contrato con la empresa para garantizar el cumplimiento de las condiciones acordadas.
El Ministerio de Energía y Minas explicó que está tomando medidas junto con otras entidades de control para asegurar que se cumplan las cláusulas contractuales de los acuerdos con la empresa proveedora. Estos equipos debían ser instalados en las estaciones de Salitral y Quevedo, ubicadas en la zona costera de Ecuador. A pesar de que los plazos no se han cumplido, las autoridades siguen trabajando para resolver la situación.
En el comunicado, el gobierno destacó que la compañía Progen ya había sido notificada por el incumplimiento de los plazos establecidos en el contrato. Como consecuencia de estos retrasos, se ha impuesto la multa de 900.000 dólares. Además, el gobierno ha solicitado a la Contraloría del Estado realizar un “examen especial” del contrato, que comenzó el 13 de diciembre, para evaluar todas las fases del acuerdo, desde la preparación hasta la ejecución y pago.
El Ministerio también señaló que ya se ha constatado el avance de las obras civiles en Quevedo y Salitral, y que 23 generadores eléctricos, capaces de generar 83 megavatios, ya han llegado al país. Los contratistas han presentado un calendario para el envío de los equipos auxiliares y transformadores, que se espera lleguen entre el 24 de diciembre y el 15 de enero.
La compra de generadores, que funcionan con petróleo o gas, forma parte de las medidas tomadas por el gobierno para reducir el déficit de energía causado por una grave sequía que ha afectado las principales hidroeléctricas del país. Esta crisis energética ha provocado severos cortes de electricidad a nivel nacional, que en algunos momentos llegaron a durar hasta 16 horas al día. Sin embargo, gracias a las lluvias en las zonas hidroeléctricas y la energía adquirida de Colombia, estos cortes se han reducido a dos horas diarias.
El gobierno de Daniel Noboa ha manifestado su intención de poner fin a los racionamientos de electricidad a partir del 20 de diciembre, aunque ha adelantado que dejará sin energía durante los últimos 15 días del año a siete grandes empresas industriales, incluidas las dos principales minas del país. Esta medida ha generado fuertes críticas y manifestaciones en todo el país, con grupos sociales como sindicatos, indígenas y estudiantes exigiendo incluso la renuncia del presidente.
Las autoridades ecuatorianas han señalado que cada hora de corte de electricidad genera pérdidas económicas cercanas a los 12 millones de dólares. Además, según la Cámara de Comercio de Quito, las pérdidas en el sector privado podrían alcanzar hasta 7.500 millones de dólares desde que comenzó la crisis en septiembre.
Además de la sequía, el gobierno ha reconocido que la falta de inversiones y el escaso mantenimiento de las plantas hidroeléctricas y termoeléctricas durante los últimos siete años han agravado la situación. Esto ha hecho que la infraestructura energética del país no esté preparada para afrontar una crisis de esta magnitud.
El gobierno sigue evaluando las opciones disponibles para reducir la crisis energética en Ecuador, mientras se enfrentan a la presión de diversos sectores sociales y económicos. La situación también resalta la importancia de mejorar la infraestructura energética para evitar que crisis similares ocurran en el futuro.
El racionamiento de electricidad ha afectado no solo a los hogares ecuatorianos, sino también a la industria, lo que ha generado consecuencias económicas graves. Los esfuerzos para solucionar la crisis incluyen la importación de energía desde países vecinos, aunque esto solo ha sido una solución parcial.
En este contexto, la gestión del gobierno ha sido puesta a prueba, y las medidas para resolver la crisis energética continúan siendo un tema clave en la agenda política y social del país. A medida que se acercan las fiestas y el fin de año, la presión sobre las autoridades sigue aumentando para garantizar un suministro eléctrico estable.
Finalmente, el gobierno ecuatoriano está trabajando para estabilizar el suministro eléctrico y evitar más cortes, pero la crisis energética es un desafío que llevará tiempo superar. Las inversiones en infraestructura y en la mejora de la gestión de los recursos energéticos serán esenciales para la recuperación del sistema eléctrico del país.
