31 de octubre de 2017 – Nueva York – Agencias.
La Administración de Donald Trump sigue elevando la presión sobre Irán. El Departamento del Tesoro de Estados Unidos comunicó este martes una actualización de la lista negra de entidades e individuos sometidos a sanciones, en la que incluye varias ramas de los cuerpos de la Guardia Revolucionaria, a los que señala por dar apoyo a actividades terroristas. Teherán niega categóricamente esta acusación.
La extensión de las sanciones se decidió el pasado 13 de octubre y se aplican, de acuerdo con el comunicado, a la Aerospace Force Self Sufficiency Jihad Organization, a la Air Force, Al-Ghadir Missile Command y al Research and Self-Sufficiency Jihad Organization. También se incluye al comandante jefe de la Guardia Revolucionaria, Mohammad Ali Jafari, y otros cuatro altos oficiales militares.
La nueva vuelta de tuerca coincide con el regreso del responsable del Tesoro, Steven Mnuchin, de una gira por la región, durante la que trató de sumar apoyos de los aliados para elevar las sanciones contra el régimen iraní. El objetivo, indicó, es tratar de cerrar en la región todas las vías posibles de financiación al terrorismo. El presidente Trump amenaza, en paralelo, con retirarse del pacto nuclear.
Washington acusa a Teherán de dar apoyo a grupos militantes en Oriente Medio y de ampliar su programa de misiles balísticos para incrementar su poder de influencia en la región. La gran pregunta es hasta qué punto el Tesoro estadounidense está dispuesto a llevar adelante sus planes para penalizar a empresas que tienen lazos estrechos con la Guardia Revolucionaria.
Teherán ya advirtió antes de anunciarse la imposición de las nuevas sanciones que respondería convenientemente a la reprimenda y considera que con estas medidas de castigo lo que hace Washington es apoyar a los grupos terroristas. También lo ve como un pretexto de la administración Trump para minar el acuerdo nuclear, poniendo como objetivo su economía para debilitarla.