9 de febrero de 2022 – Washington – EFE.
La Casa Blanca expresó este miércoles su preocupación por el posible impacto económico de las protestas del movimiento antivacunas en Canadá, que bloquea con camiones pesados el centro de Ottawa y el principal punto fronterizo con Estados Unidos.
“Es importante que todo el mundo en Estados Unidos y Canadá entienda el posible impacto de este bloqueo en las cadenas de suministro y los trabajadores (que necesitan cruzar la frontera)”, dijo la portavoz de la Casa Blanca, Jen Psaki, en su rueda de prensa diaria.
Grupos de camioneros antivacunas mantienen bloqueado por tercer día consecutivo el puente Ambassador, que une a la ciudad de Windsor (Ontario, Canadá) con Detroit (Michigan, EE.UU.), y es el más transitado entre ambos países.
“Este bloqueo presenta un riesgo para las cadenas de suministro de la industria automovilística, porque el puente es un conducto clave para vehículos, componentes y partes; y los retrasos pueden perturbar la producción de autos”, explicó Psaki.
El 25 % del comercio entre Canadá y Estados Unidos pasa por ese puente, según la portavoz, y el Gobierno estadounidense también está tratando de evaluar el impacto del bloqueo en sus “exportaciones agrícolas” al país vecino.
Las autoridades de ambos países están tratando de desviar el tráfico a otro puente llamado Blue Water, e intentando que los trabajadores que deben cruzar cada día la frontera lo hagan a través del túnel Windsor de Detroit, afirmó Psaki.
“El presidente (estadounidense, Joe Biden) está muy centrado en esto (…) y estamos trabajando con Canadá para hacer todo lo posible para aliviar el impacto (del bloqueo)”, recalcó.
La portavoz añadió que Estados Unidos “apoya las protestas pacíficas, pero tiene preocupaciones cuando esas protestas se vuelven violentas”.
Las protestas se iniciaron el pasado 29 de enero cuando el llamado “Convoy de la libertad”, organizado por camioneros opuestos a las vacunaciones contra la covid-19, atrajo a Ottawa más de 3.000 camiones y a entre 10.000 y 15.000 manifestantes, entre los que figuran organizaciones de extrema derecha.
Los manifestantes aseguran que no abandonarán su movilización hasta que caiga el Gobierno del primer ministro, Justin Trudeau, a pesar de que son los Gobiernos provinciales los que tienen la responsabilidad de imponer las restricciones que tanto irritan al movimiento antivacunas.
En Estados Unidos, el expresidente Donald Trump, el empresario Elon Musk y políticos republicanos, además de figuras de extrema derecha, han aplaudido de forma pública y defendido a los organizadores de la protesta.