El repunte eleva a más de 27,000 el total de fallecimientos en el país y se da después de días con la curva de muertes casi plana
15 de abril de 2020 – Agencias.
En Estados Unidos se registraron este martes 2,405 muertes por coronavirus, según el conteo de la Universidad Johns Jopkins. Este repunte marca un nuevo máximo de decesos en el país en solo 24 horas y se da después de varias jornadas en las que el número de muertes diarias había descendido y, por tanto, la curva de fallecimientos se estaba aplanando.
El aumento de casos de este martes eleva a 27,085 los fallecimientos confirmados por la citada universidad. Los casos de contagios estadounidenses suben a 620,000, un aumento superior a 23,000 según Worldometer. Hay en total 43,482 recuperados, pero no está claro que quienes ya pasaron la enfermedad sean inmunes a ella.
El epicentro de la pandemia -en el país y en el mundo- sigue siendo el estado de Nueva York con 11,586 muertes y 213,779 contagios. La ciudad de Nueva York vio aumentar a 10,000 su cifra de fallecidos este martes, después de que se contabilizaran 3,700 casos más de personas que presumiblemente habían fallecido por COVID-19 pero que nunca dieron positivo en una prueba de la enfermedad.
Aún con estas cifras, los expertos sanitarios del país insisten en que la curva se está aplanando. “No hay duda de que lo que hemos visto en los últimos días es un aplanamiento“, dijo este miércoles en NBC el doctor Anthony Fauci, director del Instituto Nacional de Enfermedades Infecciosas.
El experto no considera que este “aplanamiento” deba traducirse en una inmediata reducción de las medidas de distanciamiento social ni en un inicio del levantamiento de las cuarentenas en los estados. Es muy probable que el virus contagie a miles de personas más si los estadounidenses vuelven pronto a la normalidad.
No hay aún una fecha óptima para que se pueda salir a la calle, pero el doctor Fauci calcula que eso solo debería ocurrir cuando existan herramientas para hacer un seguimiento de los nuevos casos y pruebas suficientes para tratar de detectar la enfermedad COVID-19. Es decir, cuando los recursos del país “sean capaces de identificar, aislar y rastrear contactos de manera muy eficiente y en tiempo real”.
El doctor Robert Redfield, director de la red de Centros para la Prevención y Control de Enfermedades Infecciosas (CDC, por sus siglas en inglés) coincide con el experto de la Casa Blanca. Tener pruebas suficientes y herramientas de seguimiento “va a ser fundamental para mantener y contener los casos”, dijo Redfield este miércoles en CBS. Al mismo tiempo, consideró el doctor, “tenemos que asegurar que contamos con la capacidad sanitaria” para hacer frente a la enfermedad y trabajar para “recuperar la confianza en el público estadounidense de que es seguro volver al trabajo”.
Algunos gobernadores demócratas han empezado a tejer redes para acordar la reapertura de sus estados mientras Donald Trump reclamaba su autoridad “total” para ordenar la “vuelta a la normalidad”. Este martes, el presidente pareció recular y aceptó que los gobernadores pueden tomar la decisión por su cuenta, aunque anunció que compartiría con ello unas directrices federales. CDC y la Agencia Federal de Gestión de Emergencias (FEDA, por sus siglas en inglés) ha esbozado una estrategia para el regreso al trabajo con indicaciones específicas para entidades estales y locales, según informó The Washington Post.