La fiscalía presentó 22 cargos penales contra el sospechoso por asesinato y que incluye una acusación por apoyo material al ISIS
28 de noviembre de 2017 – Nueva York – Agencias.
Sayfullo Saipov se declaró este martes “no culpable” de las acusaciones por el atropello que hace cuatro semanas, el día de Halloween, acabó con la vida de ocho personas en el bajo Manhattan. Cinco de las víctimas eran amigos argentinos que celebraban los 30 años de su graduación. El sospechoso se enfrenta 22 cargos penales, algunos castigados con la pena de muerte.
El sospecho entró en la sala con un grillete en las piernas. Las manos las llevaba sin esposar. Miró al fondo como si estuviera buscando a algún familiar. Se sentó y solo dijo “sí” cuando el magistrado le preguntó si entendía por qué estaba sentando en el banquillo de los acusados. Necesitó ayuda de un intérprete, que le tradujo del inglés al uzbeko. La próxima vista es el 23 de enero.
Es el primer atentando terrorista con víctimas mortales que sufrió la ciudad de Nueva York desde los ataques suicidas del 11-S contra las Torres Gemelas. El incidente tuvo lugar en un carril bici que pasa junto al World Trade Center. En la confesión que hizo a la policía, Saipov declaró que su plan era hacer aún más daño, atropellando con su camioneta a los peatones por el puente de Brooklyn.
Los cargos incluyen ocho acusaciones por asesinato, 12 por intento de asesinato, una por dar apoyo al grupo extremista Estado Islámico y una más por violencia y destrucción con un vehículo de motor. Utilizó una furgoneta para causar el mayor daño posible a los civiles. La fiscalía incluye como prueba 90 vídeos y 3.800 imágenes de propaganda del ISIS que encontraron los investigadores en su móvil.
Saipov llegó a plantearse poner una bandera del ISIS en la camioneta, pero al final decidió no hacerlo porque si llamaba la atención. Tras el ataque pidió colocarla en la habitación del hospital en el que tuvo que ser ingresado. El atacante fue reducido por un policía después de que su furgoneta tipo pickupchocara con un autobús escolar. Al bajar del vehículo, llevaba dos armas de juguete.
El acusado, residente en la localidad de Paterson (Nueva Jersey), preparó el ataque durante varias semanas. Su nombre emergió en otras investigaciones a miembros del ISIS, pero no estaba vigilado. El presidente Donald Trump sugirió que fuera enviado a Guantánamo, pero al final dijo que sería mejor que afrontara a un juicio en Nueva York y es partidario de que se le aplique la pena capital.