29 de octubre de 2024 – Buenos Aires – EFE.
El principal sindicato de empleados públicos en Argentina ha comenzado una huelga de 36 horas y se ha movilizado en Buenos Aires, demandando salarios más altos y oponiéndose a las políticas de reducción del Estado implementadas por el Gobierno de Javier Milei.
La Asociación de Trabajadores del Estado (ATE) organiza esta protesta, concentrando a sus afiliados en el Obelisco y marchando hacia el Ministerio de Desregulación y Transformación del Estado, liderado por Federico Sturzenegger. Este ministerio es clave en las medidas de desregulación que han sido adoptadas desde que Milei asumió el poder en diciembre.
La huelga no solo se limita a las demandas de los trabajadores del sector público, sino que coincidirá con una protesta de 24 horas de los sindicatos de transporte. Esto refleja un aumento en las manifestaciones contra el Gobierno, creando un clima de descontento generalizado.
El secretario general de ATE, Rodolfo Aguiar, comentó que Argentina enfrenta una situación similar a un paro general, afectando a todos los medios de transporte. Esta medida de protesta está uniendo a diferentes organizaciones en un frente de resistencia contra las políticas del presidente Milei.
Manuel Adorni, portavoz presidencial, expresó que los sindicatos en huelga son “privilegiados” y que muchos argentinos no tienen la opción de parar. Criticó la huelga, argumentando que perjudica a quienes desean trabajar.
El objetivo principal de la huelga es conseguir un aumento salarial, ya que los salarios en el sector público han perdido poder adquisitivo debido a la alta inflación en el país. En los primeros ocho meses del año, los salarios públicos aumentaron un 93,5%, pero esto se queda corto en comparación con otros sectores y la inflación.
ATE sostiene que los empleados públicos han visto una disminución de 34 puntos porcentuales en sus salarios en relación con la inflación desde que Milei asumió la presidencia, que trajo consigo un fuerte aumento en la inflación mensual.
Además, el sindicato ha denunciado despidos masivos en el sector público desde el inicio del Gobierno de Milei, quien ha implementado medidas para reducir el tamaño del Estado en un intento de equilibrar las finanzas públicas.
Las cifras indican que la cantidad de trabajadores en la Administración pública nacional ha disminuido en casi un 10% desde que Milei asumió, con un total de aproximadamente 28,500 despidos.
El Gobierno también ha planeado continuar con la reducción de personal, evaluando la idoneidad de unos 40,000 empleados temporales y alentando a otros 10,000 a jubilarse. Las privatizaciones de empresas públicas podrían afectar a cerca de 100,000 trabajadores en estas entidades.