El avión de Air Canada, con 128 pasajeros a bordo, sobrevoló durante casi cinco horas el espacio aéreo madrileño para aligerarse de combustible. La maniobra, que se retransmitió en directo con gran expectación, provocó el despliegue de un gran dispositivo de seguridad y emergencias. Aviso del comandante: “Hemos perdido solamente una [rueda], así que no habrá problema para el aterrizaje”
3 de febrero de 2020 – Agencias.
El avión Boeing 767-300 del vuelo de Air Canada AC837 con destino a Toronto, en el que viajaban 128 pasajeros y que despegó a las 14.33 del aeropuerto Adolfo Suárez Madrid Barajas, ha aterrizado a las 19.08 en una maniobra de emergencia tras haber sufrido un daño en una rueda al despegar, complicado con un problema del motor izquierdo. El avión ha sobrevolado Madrid y sus alrededores durante casi cinco horas, quemando y soltando combustible en el aire para poder efectuar la maniobra con el menor riesgo posible para los pasajeros.
Pese a que el aparato ha aterrizado sin una de las 10 ruedas que forman el tren de aterrizaje (ocho traseras y dos delanteras) y con el motor izquierdo apagado, no se ha notificado ninguna incidencia, y en las imágenes de televisión, que han recogido toda la maniobra en directo, se observó un aterrizaje normal.
Enaire y el aeropuerto habilitaron una pista (32L) para que el avión dañado pudiera aterrizar. El ambiente entre el pasaje era de tranquilidad, según los viajeros, pese a la maniobra de emergencia. El comandante, además, había tranquilizado a los pasajeros explicándoles que todo estaba bajo control y que la maniobra no comportaba ningún peligro, porque estaban preparados para aterrizar sin una rueda y con un motor apagado. El avión siniestrado, con matrícula C-GHOZ, lleva volando desde 1989 y ha operado con las compañías Canadian Airlines, Varig y Air Canada.
“Vamos a aterrizar en el aeropuerto de Barajas pero tenemos los tanques llenos de combustible, así que vamos a seguir circulando por el aire hasta gastar un poco de combustible para estar más ligeros en el momento del aterrizaje. Todo está bajo control. Este avión tiene en el tren de aterrizaje en la parte de atrás ocho ruedas y hemos perdido solamente una, así que no habrá problema para el aterrizaje. Muchísimas gracias por su paciencia”, señaló el comandante.
Según las primeras versiones, al poco de despegar el avión sufrió serios daños en una rueda que, al estallar, esparció restos de neumático que se alojaron en uno de los motores, por lo que el piloto decidió abortar el trayecto, apagar el motor dañado, e informar a control para solicitar un aterrizaje de emergencia.
Aunque la pista ya estaba habilitada, y todos los servicios de emergencia preparados (personal sanitario, SUMA112, bomberos y personal del aeropuerto), el avión tuvo primero que soltar casi todo el combustible que albergaba por los protocolos de seguridad. Por ello, tuvo que sobrevolar en torno al aeropuerto, lo que ha causado la alarma de los ciudadanos, en especial de algunos barrios del sur de Madrid.
En esta maniobra, el avión sobrevoló primero el sur de Madrid y luego se dirigió a Tarancón (Cuenca), donde ha continuado dando vueltas. La altura media a la que ha volado es de 2.300 metros, con una velocidad de 550 kilómetros por hora, aunque en determinados momentos ha descendido hasta los 800 metros, despertando el interés de los habitantes de las zonas sobrevoladas, que han subido numerosas fotos y vídeos a las redes sociales.
Debido a que se trata de un vuelo transoceánico, el avión iba repleto de combustible del que, según los protocolos de seguridad, debe deshacerse tanto con la quema en vuelo como arrojándolo al exterior, informaron fuentes de Enaire.
El aeropuerto Adolfo Suárez Madrid Barajas ha vivido este lunes una jornada de sobresaltos. Ya que previamente a la avería del avión canadiense ha tenido que ser cerrado durante casi dos horas por la presencia de un dron en su espacio aéreo, localizado hacia la una de la tarde.
Un F-18 de reconocimiento
Un caza F-18 del Ejército del Aire despegó de la base aérea de Torrejón a las 17.40 horas para evaluar los daños del Boeing de Air Canadá en vuelo, según fuentes de Defensa, informa Miguel González. Tras realizar varias fotografías de los daños y hablar con el comandante del aparato civil, el avión de combate regresó a su base 37 minutos después.
El Gobierno articuló un dispositivo para seguir la operativa integrado por representantes de Aena, Enaire, la Delegación del Gobierno en Madrid, Protección Civil, la Comunidad de Madrid, los bomberos del aeropuerto y el servicio de emergencias (SAMUR). El ministro de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana, José Luis Abalos, se desplazó hasta el aeropuerto para seguir de cerca este dispositivo, informa Patricia Ortega.
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, destacó en su cuenta de Twitter la preparación y alta capacidad de los profesionales que se han hecho cargo del aterrizaje de emergencia en el aeropuerto de Barajas, que ha seguido “con atención”.
El aterrizaje despertó gran atención mediática. Cientos de periodistas se desplazaron al aeropuerto y las televisiones dieron en directo la imagen de la aproximación de la nave y el aterrizaje. La Guardia Civil de Tráfico se situó en todos los accesos al recinto aeroportuario por si hubiera sido necesario cortarlos cuando el avión tomara tierra.
El Ayuntamiento envió cuatro ambulancias del Samur, dos UVI móviles y dos convencionales y cuatro camiones de bomberos, entre ellos dos autobombas y un tanque de agua. La Comunidad de Madrid reforzó también las medidas de seguridad con seis dotaciones de bomberos y diez recursos del Summa. También se alertó a la Cruz Roja, informa Francisco Javier Barroso.