Tres ministros del Gobierno han sido detenidos
15 de noviembre de 2017 – Agencias.
El presidente de Zimbabue, Robert Mugabe, está preparando su dimisión mientras negocia para que su mujer, Grace, salga del país ante la intervención militar que alimenta los rumores sobre un posible golpe de Estado, informa hoy el canal de televisión sudafricano News24. Mugabe ha mantenido una conversación telefónica con su homólogo sudafricano, Jacob Zuma, en la que le ha confirmado que está «encerrado en su casa» pero que «está bien», informa hoy la televisión pública de Sudáfrica SABC.En un comunicado, Zuma ha anunciado que enviará a Zimbabue al ministro de Defensa, Nosiviwe Mapisa-Nqakula, y al titular de Seguridad, Bongani Bongo, para entrevistarse con Mugabe y con los mandos de las fuerzas armadas.
Soldados del Ejército de Zimbabue bloquean hoy el acceso a edificios gubernamentales de la capital, Harare. La cadena de televisión sudafricana News24 precisó que entre los edificios gubernamentales bloqueados figuran el Munhumutapa, que alberga la oficina presidencial, el Parlamento o el Tribunal Supremo, mientras que el Ejército zimbabuo parece haber tomado el control de los medios de comunicación públicos del país.
Las informaciones de News24 apuntan a una fuerte presencia militar en la carretera que lleva a la residencia rural al este de Harare de Mugabe, de 93 años y en el poder desde 1980, y de Grace, de 52 años, inmersa en las luchas intestinas por sucederle.
El canal sudafricano se hizo eco también de vídeos que muestran cómo soldados están controlando el acceso al aeropuerto internacional de la capital, renombrado recientemente como Robert Mugabe, en el que los vuelos seguirían operando con relativa normalidad.
Tres ministros del Gobierno zimbabuo han sido detenidos hoy por los militares que han tomado las calles de la capital, aseguró el diario independiente NewsDay.
Después de sendas redadas militares en sus residencias, los soldados arrestaron al ministro de Finanzas, Ignatius Chombo, al titular de Educación Superior, Jonathan Moyo, y al de Gobierno Local, Obras Públicas y Vivienda y comisario político a nivel nacional de la gobernante Unión Nacional Africana de Zimbabue-Frente Patriótico (ZANU-PF), Saviour Kasukuwere.
Los tres formarían parte del conocido como grupo G40, una facción del partido que, según los expertos, busca expulsar a los veteranos de la guerra de independencia -como el vicepresidente Emmerson Mnangagwa, destituido la semana pasada- para allanar el camino de la primera dama, Grace Mugabe, hacia el poder.
NewsDay apunta a que Moyo podría ser el cerebro de esta facción, una de las varias en las que se ha dividido el ZANU-PF para organizar la sucesión del presidente.
La tensión en Zimbabue empezó a aumentar en la tarde de ayer, después de que varios tanques fueran vistos en dirección a Harare, solo un día después de que el jefe de las fuerzas armadas del país, Constantine Chiwenga, advirtiera de que se tomarían «medidas correctivas» si continúa la purga de veteranos en el partido de Mugabe.
El ZANU-PF respondió afirmando que las palabras de Chiwenga sugerían una «conducta de traición» destinada a «incitar a la insurrección y al desafío violento del orden constitucional».
Mientras las emisoras de radio nacionales emiten canciones datadas de la guerra de la independencia y se extienden los rumores de golpe de estado contra Mugabe, los negocios funcionan como siempre, aunque el volumen de tráfico «es mínimo», según el relato de los medios locales.
En el contexto de fondo de este cruce de acusaciones se encuentra la destitución, la semana pasada, del vicepresidente Mnangagwa, que sonaba como sucesor de Mugabe, al igual que la primera dama, Grace Mugabe, a la que los expertos apuntan como directora de las purgas para allanar su camino hacia el poder.
Mnangagwa huyó a Sudáfrica y, en un comunicado, sostuvo: «Pronto controlaremos los resortes del poder en nuestro bello partido y país».
El paso al frente de las fuerzas armadas ha sido interpretado en Zimbabue como un ataque directo a la facción del ZANU-PF alineada con Grace Mugabe, quien desempeñó un rol determinante en la salida de Mnangagwa, tras meses de ataques verbales.
A diferencia del exvicepresidente, Grace Mugabe y sus aliados no combatieron en la guerra por la independencia del país.
La esposa de Mugabe suena ahora como reemplazo de Mnangagwa, con el respaldo de las influyentes alas de las juventudes del partido y de las mujeres.
Por su parte, el secretario general del principal partido de la oposición en Zimbabue, el Movimiento para el Cambio Democrático (MDC-T), Douglas Mwonzora, aseguró hoy ante la tensión que vive el país que están «seguros de que el Ejército está en el proceso de tomar el mando».
En una entrevista telefónica desde Zimbabue con el canal sudafricano ANN7, Mwonzora expresó que «hay mucho resentimiento contra Robert Mugabe y su esposa», mientras pidió a los ciudadanos que «tengan cuidado», ya que «la situación es anormal».
Aunque el secretario general del MDC-T aseveró que «es la hora de salvar al país», pidió que «no haya derramamiento de sangre».
Ante la complicada situación creada en el país africano, embajadas como las de Reino Unido y Estados Unidos recomendaron a sus ciudadanos que permanezcan en sus casas.
Un portavoz militar de Zimbabue dirigió un mensaje al pueblo para decir que tanto el presidente del país, Robert Mugabe, como su familia, están «a salvo» y desmintió que esté ocurriendo una «toma militar» del Gobierno, pero apuntó contra el entorno de la Presidencia. En su intervención indicó que su blanco son «criminales» del entorno de Mugabe que han causado sufrimiento en el país para «llevarlos a la Justicia». A través de la televisión nacional, el portavoz expresó que «esto no es una toma militar del Gobierno. Lo que estas fuerzas quieren es pacificar una situación degenerada política y socialmente en nuestro país que, si no es tomada en cuenta, podría resultar en un conflicto violento».
«Tan pronto como hayamos cumplido nuestra misión esperamos que la situación retorne a la normalidad», declaró.
El portavoz llamó a todos los «veteranos de guerra» de la lucha por la liberación de Zimbabue a desempeñar el papel de asegurar la paz, la estabilidad y la unidad.
Al resto de fuerzas de seguridad les pidió cooperar por el bien del país.
Este mensaje llegó después de que, de madrugada, soldados tomasen la sede de la emisora de televisión nacional, según había difundido la prensa del país.
Esta mañana ese mismo comunicado se emitía cada 20 minutos en las emisoras de radio nacionales, que también reproducen canciones datadas de la guerra de independencia, aseguró News24.