Siria es sólo el tablero inicial de una rivalidad que se extiende a Irak y Líbano, donde Irán ha asentado su influencia.
11 de mayo de 2018 – Beirut – Agencias.
El ataque con misiles israelíes contra docenas objetivos iraníes en Siria pone de manifiesto que la república de Irán se ha quedado sin aliados internacionales. El bombardeo israelí se produjo horas después de la reunión del primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, con el presidente ruso, Vladimir Putin, en Moscú para obtener garantías de que la fuerzas rusas –que luchan del lado de Asad– no van a impedir a Israel llevar a cabo sus acciones militares en Siria contra objetivos iraníes. Y ayer, el jefe de la diplomacia rusa, Serguei Lavrov, expresó su preocupación y llamó al diálogo a dos potencias enfrentadas desde hace más de medio siglo. «En lo que se refiere a la escalada entre Israel e Irán, consideramos que se trata de una tendencia bastante alarmante. Partimos de la base de que todos los problemas deben resolverse mediante el diálogo» , dijo Lavrov en un tono conciliador. Ahora bien, el jefe de la diplomacia rusa también mostró su apoyo incondicional a su socio en la guerra siria al subrayar que la retirada de las sanciones de Naciones Unidas contra Irán no es algo que sea revisable, en el marco del acuerdo nuclear alcanzado en 2015 con Teherán.
Asimismo, Damasco se mostró preocupado por la escalada de tensión en su ya devastado territorio. El Ministerio de Exteriores advirtió de que los bombardeos abren una «nueva etapa» de «enfrentamiento directo» con Siria. El ministerio calificó los ataques de «un acto agresivo» y avisó de que el ataque «va a aumentar la tensión en la región, lo que es una amenaza seria a la seguridad y la paz internacional».
Por su parte, Irán, el objetivo de los ataques, mantuvo discreción y, como en otras ocasiones, no aludió el tema. El ala ultraconservadora del régimen, los Guardianes de la Revolución, advirtieron sin embargo que, con el desarrollo de sus capacidades defensivas, Irán ha «bloqueado el camino de los enemigos hacia la opción militar», sin mencionar los bombardeos israelíes en Siria. El subcomandante de los Guardianes Hosein Salimí destacó que Irán ha aprendido a superar las amenazas y ha desarrollado para ello sus capacidades aéreas, marítimas y terrestres. Haciendo referencia a la decisión de EE UU de retirarse del acuerdo nuclear, Salimi insistió en que «el enemigo nunca elegirá una acción militar contra Irán, pero optará por las sanciones económicas como su única opción».
El intercambio de cohetes entre Israel e Irán en la frontera de Siria es una demostración más de que la guerra en este país hace tiempo que dejó de ser un conflicto doméstico para convertirse en el tablero de juego de las potencias internacionales que luchan entre sí por liderazgo regional. Teherán se ha empleado a fondo en defender a Asad y en el apoyo a la guerrilla proiraní de Hizbulá en Líbano para extender su influencia, y Netanyahu no está dispuesto a permitir bases iraníes junto a sus fronteras. Muchos analistas incluso ya advierten de una inminente intervención israelí también en Líbano. Ahora que cuenta con el firme respaldo de Trump, enemigo declarado del régimen de los ayatolás, Israel cree que tiene una gran ocasión para tratar de contener a su gran enemigo.