La revelación de ‘The Washington Post’ viene a sembrar dudas sobre la voluntad de Pyongyang de avanzar en la desnuclearización
31 de julio de 2018 – Miami – Agencias.
Corea del Norte trabaja en la construcción de nuevos misiles con capacidad de carga nuclear a larga distancia, según informa The Washington Post. El diario estadounidense cita fuentes de la inteligencia de EE UU que le habrían asegurado que su aparato de espionaje ha detectado evidencias de que en un recinto a las afueras de Pyongyang, capital norcoreana, se estarían preparando uno o dos misiles balísticos intercontinentales. La revelación viene a sembrar dudas sobre la voluntad real del régimen de Kim Jong-un de avanzar en las negociaciones de desnuclearización que mantiene con el Gobierno de Donald Trump.
The Washington Post, con base en sus fuentes anónimas, afirma que los desarrollos balísticos se están realizando en la fábrica de Sanumdong, donde se produjo el primer cohete intercontinental norcoreano con capacidad para alcanzar Estados Unidos. Entre las pruebas de que dispone el espionaje de EE UU se encontrarían varias fotos satelitales tomadas en las últimas semanas.
Tan solo hace unos días expertos de la página especializada 38North llegaban a la conclusión, a partir de imágenes de satélite, de que Pyongyang estaba desmantelando una de las mayores instalaciones de su agencia aeroespacial, clave para el desarrollo y las pruebas de los motores de sus misiles balísticos. Las tomas mostraban la destrucción parcial de edificios del complejo y grúas.
El 12 de julio, Trump celebraba que Kim le hubiera enviado una carta en la que el dictador norcoreano se decía “convencido” de que habría “progresos” en las relaciones entre ambos países. Para Trump era una muestra del compromiso de Pyongyang de seguir la hoja de ruta marcada por su declaración conjunta del 12 de junio, tras reunirse los dos mandatarios en Singapur.
Trump y Kim dialogaron entonces sobre la posibilidad de establecer un régimen de paz duradero en la península coreana que diese garantías de seguridad a Corea del Norte a cambio de que renunciase a su capacidad nuclear. A su vuelta de Singapur, un Trump triunfal declaraba que Corea del Norte ya no suponía una “amenaza nuclear”. El compromiso de Singapur, de todos modos, fue vago y Corea del Norte no suscribió ningún calendario para su proceso de desnuclearización ni abrió la puerta a inspecciones.
La semana pasada en el Senado, el Secretario de Estado, Mike Pompeo, reconoció que a su Gobierno le consta que Pyongyang sigue “produciendo material fisionable” , aunque no respondió a la pregunta sobre si el régimen de Kim estaba fabricando nuevos misiles. Pompeo, que fue director de la CIA, afirmó que están dispuestos a emplear “una diplomacia paciente” con Corea del Norte, pero agregó que Washington exigirá resultados: “No permitiremos que nos arrastren sin fin”.