George Garofano se hizo pasar por un técnico para obtener las contraseñas de famosas como Kate Upton, Amber Heard o Avril Lavigne
30 de agosto de 2018 – Agencias.
Se cumplen cuatro años de uno de los momentos más duros en la vida de la actriz Jennifer Lawrence. La joven, de entonces 24 años, vio como fotos de su vida privada y de su cuerpo desnudo se filtraban en Internet y se publicaban en chats, foros y medios de todo el mundo. Como ella misma contó meses después, sintió que la violaba “todo el planeta en grupo” y le supuso algo “imposible de digerir”.
Lawrence no fue la única: decenas de artistas como Kate Upton, Kirsten Dunst, Avril Lavigne, Amber Heard o Gabrielle Union fueron víctimas de esa filtración. En total, la policía identificó a más de 600 víctimas. Ahora, el último de los cuatro piratas informáticos que filtraron esas imágenes ha sido condenado. George Garofano, de 26 años y que confesó su delito el pasado mes de abril, fue condenado este miércoles a ocho meses de prisión y a tres años de libertad provisional bajo vigilancia por un juez de Connecticut.
Garofano está acusado de piratear más de 240 cuentas de iCloud, el sistema de almacenamiento virtual de Apple, la nube en la que se guardan vídeos e imágenes. Gracias a ese hackeo logró fotografías e información privada de las estrellas, con las que se hizo pasar por un técnico de Apple para solicitar usuario y contraseñas y así lograr su acceso.
Los otros ciberdelincuentes fueron condenados a entre 9 y 18 meses de cárcel; el que obtuvo una sentencia más dura fue Ryan Collins, de 36 años, condenado a año y medio de cárcel.
El diario The Guardian, que ha tenido acceso a la sentencia judicial, explica que según la misma, la “ofensa cometida por Garofano fue muy seria”. “Pirateó de forma ilegal cuentas de Internet de las víctimas, invadió su privacidad y robó información personal […] y no lo hizo solo en una ocasión, sino en 240 a lo largo de 18 meses
Además, la sentencia asegura que “el señor Garofano no sólo se guardó para sí mismo las fotografías que robaba, sino que las diseminó a otras personas. También las habría vendido a terceros para lograr ingresos extra”. “Cometiendo esta ofensa, Garofano actuó con completa y absoluta falta de consideración sobre el impacto en las vidas de las víctimas”.
Para sus abogados, el condenado “ha madurado y aceptado la responsabilidad de sus acciones, y no ha tenido problemas con la ley desde entonces”, por lo que “nada sugiere que vuelva a tener una conducta criminal en el futuro”.
