1 de agosto de 2024 – El Paso (EE.UU.) – EFE.
El narcotraficante mexicano Ismael ‘el Mayo’ Zambada, cofundador del influyente Cártel de Sinaloa junto a Joaquín ‘El Chapo’ Guzmán, compareció este jueves ante un tribunal federal estadounidense para una audiencia preliminar, una semana después de su detención sorpresiva al llegar a la ciudad fronteriza de El Paso (Texas).
En una silla de ruedas y con un suéter azul oscuro que decía ‘carpe diem’, Zambada, de 76 años, escuchó a la jueza federal Kathleen Cardone dar una actualización sobre su caso a sus abogados y a los representantes del Gobierno.
Durante la audiencia, que duró menos de 10 minutos, la jueza aceptó una solicitud de la fiscalía y la defensa para posponer los procedimientos al menos 30 días para recopilar pruebas.
Por lo tanto, la próxima audiencia se fijó para el 9 de septiembre a las 13:00 hora local (19:00 GMT).
Zambada se declaró no culpable la semana pasada de los 14 cargos en su contra, que incluyen narcotráfico y lavado de dinero, derivados de una acusación presentada en 2012.
No está claro si será juzgado en Texas, ya que tiene al menos otras cuatro acusaciones pendientes en Nueva York, California, el Distrito de Columbia e Illinois. Mientras se decide, permanecerá detenido sin fianza en El Paso.
En la audiencia, Zambada solo respondió con un “sí” a una pregunta de la jueza sobre los “conflictos de interés” de su abogado, Frank Pérez, quien previamente defendió a su hijo, Jesús Vicente Zambada, en Illinois.
El hijo de Zambada fue liberado después de ser condenado a 15 años en 2019 y está bajo un programa de protección de testigos, según medios estadounidenses.
Zambada, quien ha sido uno de los fugitivos más buscados por la DEA durante décadas, se presentó en la audiencia visiblemente débil, delgado y pálido.
Cuando la jueza Cardone entró, Zambada intentó levantarse de la silla de ruedas con la ayuda de su abogado, pero no lo logró. A lo largo de la audiencia, permaneció con los brazos sobre los reposabrazos de la silla, con un rostro pálido y un cabello escaso y teñido de negro artificial.
La sala estaba llena de periodistas y la zona destinada a la familia contaba con cuatro hombres y dos mujeres. La entrada estuvo custodiada por agentes del servicio de alguaciles de EE.UU., que revisaron a todos los asistentes y examinaron el edificio con perros.
Zambada fue arrestado el 25 de julio al bajar de una avioneta en un aeropuerto regional cerca de El Paso, junto a Joaquín Guzmán López, uno de los hijos de El Chapo, quien ahora cumple cadena perpetua. Guzmán López fue trasladado a Chicago y se declaró no culpable de los cargos de narcotráfico.
Las circunstancias del arresto de Zambada, quien había evadido a las autoridades durante décadas, están llenas de incógnitas. Según filtraciones, Guzmán López lo habría llevado a EE.UU. para ayudar a su hermano Ovidio Guzmán, extraditado a EE.UU. el año pasado.
El Departamento de Justicia de EE.UU., que presentó el arresto de Zambada y Guzmán López como un golpe a los cárteles de narcotráfico, ha declinado proporcionar más información.
