1 de agosto de 2017 – Washington – Agencias.
La Administración de Donald Trump eximirá de cumplir algunas normas y requerimientos medioambientales en la zona de San Diego con el fin de acelerar la construcción de nuevas barreras y carreteras en la frontera con México, una dispensa autorizada por el Congreso estadounidense y que se ha utilizado en el pasado en varias ocasiones en el pasado, entre 2005 y 2008, para asuntos de inmigración, según informó este martes el Departamento de Seguridad Nacional, que emite la excepción.
Estados Unidos ha dado los primeros pasos para la construcción del muro, cuya construcción se espera que arranque en marzo o abril de 2018. Las empresas seleccionadas para el proyecto deberán presentar sus primeros prototipos en noviembre, dos meses después de lo que estaba previsto. En concreto, las autoridades esperan entre cuatro y ocho prototipos que se colocarán en la zona de Tijuana con el fin de evaluar qué sistema es más eficiente para frenar la inmigración irregular.
Ya hay 1.000 kilómetros de valla levantados en la frontera entre Estados unidos y México como consecuencia de una ley de 2006 y una de las promesas estelares de Trump en su carrera política ha sido ampliar la barrera hasta los 3.100 kilómetros de frontera.
La zona de San Diego, dijo el departamento de Seguridad, “sigue siendo de muchas entrada ilegales y hay una necesidad urgente de mejorar las infraestructuras y construir nuevas barreras y carreteras”. Departamento de Seguridad Nacional recalcó que, pese a la dispensa para cumplir algunas normativas, está comprometido y en coordinación con las distintas agencias federales para asegurar la protección medioambiental en esta obra.