21 de julio de 2025 – Beirut – EFE.
Unos 1.500 civiles beduinos que estaban atrapados en la ciudad de Al Sueida, en el sur de Siria, fueron evacuados este lunes gracias a un acuerdo de alto el fuego. Este acuerdo buscaba poner fin a más de una semana de enfrentamientos en la provincia, aunque ya se habían registrado algunas violaciones a la tregua.
El ministro de Emergencias, Raed al Saleh, informó que los equipos de Defensa Civil Siria trasladaron a la mayoría de estas personas, que eran mujeres, niños y ancianos, hacia refugios situados en zonas rurales de la provincia de Deraa. Además, más de diez heridos fueron llevados a hospitales para recibir atención médica urgente.
Los beduinos habían protagonizado fuertes choques con grupos de la minoría drusa, que incluyeron ataques a civiles por ambas partes. La evacuación se realizó en convoyes tras la entrada en vigor del alto el fuego, buscando terminar con los intensos combates que venían ocurriendo en la región.
La salida de los civiles se dio en medio de un fuerte despliegue de fuerzas gubernamentales alrededor de la capital provincial para evitar que nuevos enfrentamientos estallaran. Al mismo tiempo, las autoridades seguían trabajando en mediaciones para reducir la tensión, según reportó la agencia oficial de noticias siria, SANA.
El Observatorio Sirio de Derechos Humanos confirmó que los primeros civiles beduinos comenzaron a abandonar la zona cuando el alto el fuego entró en una fase de implementación total. Sin embargo, tanto esta organización como una red de activistas locales reportaron algunos incidentes y un ataque con dron, lo que representa las primeras violaciones al cese de hostilidades.
Hace ocho días, los enfrentamientos comenzaron tras un robo violento a un empresario druso, lo que llevó a un conflicto entre clanes beduinos y grupos drusos. Esto también provocó la intervención de tropas gubernamentales, abriendo un segundo frente de batalla. Aunque hubo un alto el fuego previo que falló, las fuerzas estatales regresaron tras renovarse los choques, lo que ha desplazado a más de 93.000 personas según la ONU.
