Tras intensas protestas contra el racismo y la brutalidad policial en Estados Unidos, la Cámara Baja aprobó un plan de reforma de la Policía
26 de junio de 2020 – Agencias.
En las calles de Estados Unidos se siguen pidiendo cambios y la Cámara de Representantes ya aprobó una propuesta.
Se trata de un ambicioso plan de reforma de la policía en el país propuesto por el Partido Demócrata en medio de las multitudinarias manifestaciones contra el racismo y la brutalidad policial.
El proyecto de ley se presentó a principios de mes después de que los legisladores de Minneapolis -la ciudad donde se produjo la muerte de George Floyd a manos de un agente blanco y que fue el detonante de la oleada de protestas- prometieran desmantelar el Departamento de Policía.
Y este jueves, la Cámara de Representantes, de mayoría demócrata, aprobó la medida.
“Esta es una propuesta de ley que transformará las cosas. Este es un día importante. El martirio de George Floyd ha generado un cambio en el mundo“, había dicho la líder demócrata en el Congreso, Nancy Pelosi, al presentar la iniciativa a principios de mes.
Pese a los intentos de los demócratas, no está claro si los republicanos, que controlan el Senado, apoyarán la propuesta para que se convierta en legislación.
El presidente Donald Trump ha amenazado con vetarla y sus compañeros republicanos en el Senado están presentando una propuesta propia, menos ambiciosa.
¿Qué dice exactamente el proyecto de ley?
El plan de reforma fue presentado el 8 de junio por parte de prominentes legisladores del Partido Demócrata: además de Pelosi estuvieron el líder de la minoría progresista en el Senado, Chuck Schumer, y los congresistas afroamericanos y progresistas del llamado Caucus Negro del Congreso.
La propuesta, denominada formalmente Ley de Justicia en las Tácticas Policiales George Floyd, busca responder a la abrumadora indignación popular que ha desatado la muerte de Floyd junto a otros ejemplos recientes de racismo y violencia policial.
En el momento de presentar el proyecto de ley, Pelosi leyó los nombres de los hombres y mujeres afroamericanos que murieron a manos de la policía en los últimos años.
Entre otras cosas, la norma:
- forzaría a la policía federal a usar cámaras corporales y en el vehículo;
- prohibiría las técnicas de estrangulamiento (como las que llevaron a la muerte de George Floyd);
- eliminaría las órdenes de allanamiento de vivienda sin llamar a la puerta, una táctica que usaron los agentes que mataron a tiros el pasado marzo a la afroamericana Breonna Taylor en Louisville (Kentucky);
- facilitaría responsabilizar a los agentes de policía por violaciones de derechos civiles;
- pediría que se retengan fondos federales para aquellas fuerzas policiales que no lleven a cabo reformas similares;
- y establecería la creación de una base de datos nacional de mala conducta policial.
Además, la ley convertiría el linchamiento en un delito federal, limitaría la venta de armas militares a la policía y otorgaría al Departamento de Justicia la autoridad para investigar a policía local y estatal ante evidencias de prejuicios o mala praxis general en un Departamento de Policía.
Sin embargo, el proyecto no responde a la última petición del movimiento “Black Lives Matter” (“Las vidas negras importan”): la de “quitar fondos a la policía”, reducir su presupuesto e invertirlo en las comunidades.
Este jueves, tres republicanos se pasaron de “bando” para votar a favor del proyecto de ley.
Pero sus compañeros en el Senado se han negado a respaldar la reforma de la Cámara de Representantes, argumentando que es una “extralimitación” que minará a las fuerzas del orden.
Algunos miembros del partido en esa cámara, sin embargo, sí se han mostrado a favor del movimiento del nace la propuesta de ley: el senador republicano Mitt Romney llegó a publicar fotografías en Twitter de él marchando hacia la Casa Blanca con manifestantes cristianos, con el mensaje “Black Lives Matter.”
Propuestas diferentes
Tanto la propuesta republicana y demócrata buscan detener las técnicas de estrangulamiento, incluyen nuevos procedimientos de formación, buscan ampliar el uso de cámaras corporales y crear un registro nacional para casos de mala praxis.
Sin embargo, los demócratas señalan que el proyecto de ley republicano no protegerá a los afroamericanos, ya que -inciden- se basa en la recogida de datos e incentivos financieros para los departamentos de policía locales y estatales, para que éstos lleven a cabo reformas por su cuenta.
El periodista de la BBC especializado en política estadounidense, Anthony Zurcher, vaticinó a principios de mes que la disputa política puede acabar frenando los proyectos, aunque no a nivel local.
“Pese a que es seguro que habrá grandes dosis de tensa retórica entre políticos durante la campaña hacia las presidenciales, el cambio real podría venir por parte de autoridades locales, más directamente responsables ante los electores en las municipalidades con mayores protestas”, señaló a principios de mes.
“El reclamo de desmantelar la Policía en Minneapolis, pese a que en este momento es en gran parte simbólico, podría indicar que los cambios profundos son una posibilidad real: con o sin guía federal”.
“Este podría ser el principio de una serie de experimentos locales en reforma policial que adquieran diferentes formas en diversas partes de Estados Unidos”, concluyó.