24 de noviembre de 2017 – Agencias.
Imagine la típica escena de una película de espías, en la que el protagonista, para esconderse de sus captores, retira la batería de su móvil e incluso saca la SIM; parecería que el problema estaría resuelto ¿verdad? Lo cierto es que no, al menos en los móviles Android. Quartz ha destapado unas prácticas llevadas a cabo por Google, mediante las cuales, el gigante iba recopilando la ubicación de estos dispositivos aunque el usuario no lo autorizara expresamente en los ajustes del sistema.
Este procedimiento ha desatado, lógicamente, todas las alarmas entre los usuarios y vuelve a reabrir la controversia sobre el precio de nuestra privacidad. ¿Qué hacía Google con toda esa información? La firma sostiene que esta práctica la ha comenzado a llevar a cabo a comienzos de año y -casualmente- dejará de hacerlo en unos pocos días, sin aclarar si el haberse hecho público el dato ha tenido algo que ver o no.
Los móviles cuentan con ubicación propia por GPS. Esta es exacta y es la que dice Google que no da. Pero la que sí registran, y este es el centro de la polémica, es la de la triangulación de las antenas. Según la firma, se ha ido registrando la ubicación otorgada por la triangulación de las torres de telefonía, y todo ello para mejorar la velocidad en la que se entregan los mensajes, aunque no ha detallado qué relación tiene una cosa con la otra. Lo más alarmante de esta práctica es que se ha llevado a cabo de forma opaca, incluso cuando el usuario tenía desactivada la opción de compartir su ubicación, y peor todavía, incluso con el móvil apagado, y que nadie piense que restaurarlo al estado de fábrica soluciona el problema.
La clave está en que dentro de los sistemas de ubicación de la plataforma, el usuario no tiene manera de negarse a que su dispositivo sea trazado mediante la triangulación de antenas, y que esta información sea posteriormente enviada a Google. El gigante de Mountain View, como apuntamos, ha anunciado que acabará con estas prácticas a finales de noviembre, pero no ha aclarado si cabe la posibilidad de que estos datos sean posteriormente explotados comercialmente. ¿Puede hacer, por el momento, algo el usuario de un Android? La respuesta es no; solo esperar a que Google deje de registrar esta información.
Google ha explicado que “para garantizar que los mensajes y las notificaciones se reciban rápidamente, los teléfonos Android modernos usan un sistema de sincronización de red que requiere el uso de códigos de país móvil (Mobile Country Codes — MCC) y códigos de red móvil (Mobile Network Codes — MNC)”. “En enero de este año, comenzamos a ver la posibilidad de usar códigos de identificación celular como una señal adicional para mejorar aún más la velocidad y el rendimiento de la entrega de mensajes. Sin embargo, nunca incorporamos Cell ID en nuestro sistema de sincronización de red, por lo que los datos se descartaron inmediatamente, y lo actualizamos para que ya no solicite Cell ID. MCC y MNC proporcionan la información de red necesaria para la entrega de mensajes y notificaciones, y están claramente separados de los Servicios de ubicación, que proporcionan la ubicación del dispositivo a las aplicaciones”, añade la compañía.