27 de septiembre de 2024 – Miami – EFE.
Helene, que tocó tierra el jueves como un huracán de categoría 4 en el noroeste de Florida, ha dejado al menos 41 muertos y un devastador rastro de destrucción en el sureste de EE.UU. Hasta ahora, se han reportado siete muertes en Florida, 15 en Georgia y 17 en Carolina del Sur, incluyendo a dos bomberos, según el gobernador Henry McMaster. Carolina del Norte ha confirmado dos fatalidades, una de ellas de una niña de cuatro años.
Más de 4,6 millones de personas estaban sin energía en varios estados, mientras miles de trabajadores limpiaban escombros y reparaban postes eléctricos. Casi mil vuelos han sido cancelados, principalmente en aeropuertos de Charlotte, Atlanta y Tampa.
Los residentes de lugares como Cedar Key y Perry encontraron escenas devastadoras, con calles inundadas y edificios dañados. Steinhatchee, un pequeño pueblo que aún se recuperaba del huracán Idalia, también sufrió daños severos.
El huracán tocó tierra cerca de Perry con vientos de 225 km/h. Las inundaciones provocadas por la lluvia y la marejada ciclónica elevaron el nivel del mar hasta más de 3 metros, afectando áreas hasta cientos de kilómetros al norte. Ahora debilitado a un ciclón postropical, Helene todavía causa inundaciones, como en un hospital de Tennessee, donde 54 personas fueron rescatadas de un techo inundado.
En Tennessee, 20,000 residentes recibieron órdenes de evacuación obligatoria, y en Carolina del Norte se alertó sobre posibles deslizamientos de tierra. Se ha impuesto un toque de queda en algunas áreas para ayudar a los equipos de emergencia.
El gobernador de Georgia, Brian Kemp, informó que varios hospitales se quedaron sin energía y que se están realizando rescates en el este del estado. La FEMA ha enviado hasta 1,500 socorristas a la zona y ha ayudado en alrededor de 400 rescates en el área de Tampa.
La Casa Blanca anunció que el presidente Joe Biden y la vicepresidenta Kamala Harris están monitoreando los esfuerzos de respuesta a la emergencia.