27 de agosto de 2021 – Agencias.
Desde que comenzó la pandemia, más de 12,100 personas han muerto por complicaciones del COVID-19 en Alabama.
Algunos de los trabajadores de la salud más jóvenes de primera línea están hablando y esperando ver pronto un progreso importante en la lucha contra la pandemia. La mayoría de los profesionales de la salud trabajan muchas horas con pocos descansos y, en muchos casos, sus precauciones no son suficientes para evitar contraer el virus.
Varias enfermeras que trabajan en la Unidad COVID-19 del Hospital de la UAB en Birmingham, dijeron que están exhaustas y abrumadas, y algunas incluso están debatiendo un cambio de carrera.
La peor parte, dijeron, es que están haciendo todo lo posible, pero el virus sigue propagándose entre quienes no están protegidos y, en algunos casos, afecta a quienes están vacunados.
“Ha sido difícil tener que caminar de la habitación de un paciente a la habitación de un paciente que acaba de fallecer. Tenemos que entrar en la habitación del siguiente paciente y fingir que no ha sucedido”, dijo la enfermera del Hospital de la UAB, Anderson López Castillo.
Actualmente, no hay suficientes camas UCI en todo el estado.
El miércoles por la noche, la UAB tuvo que convertir otra unidad en una Unidad de Cuidados COVID, solo para poder albergar a los pacientes COVID.
