27 de agosto de 2024 – Río de Janeiro – EFE.
Una espesa niebla cubrió este martes la ciudad brasileña de Manaos, originada por múltiples incendios en la selva amazónica, y dejó en “lamentables” condiciones la calidad del aire, según los servicios de salud.
Según las mediciones del Sistema Electrónico de Vigilancia Ambiental (Selva) de la Universidad del Estado de Amazonas, en ocho zonas de esta ciudad de dos millones de habitantes la calidad del aire era “lamentable” y en otras siete, “inadecuada”.
La situación crítica del aire en la mayor ciudad de la Amazonía ha incrementado notablemente el número de pacientes atendidos en los hospitales por problemas respiratorios, según la Secretaría de Salud municipal, que no ha proporcionado cifras exactas.
La niebla redujo considerablemente la visibilidad en la ciudad, situada en medio de la selva amazónica, considerada el mayor pulmón vegetal del planeta, y obligó a los conductores a transitar con las luces encendidas durante el día y a disminuir la velocidad.
Los problemas comenzaron a sentirse en la tarde del lunes cuando un cambio en la dirección del viento arrastró hacia Manaos el humo de los incendios registrados en el sur del estado de Amazonas.
Es la segunda vez en agosto que una espesa niebla cubre la ciudad. En la tercera semana del mes, Manaos estuvo cinco días seguidos envuelta en humo.
Esto es una consecuencia de los incendios forestales récord que se están registrando en el estado de Amazonas y que hasta el pasado sábado llegaban a 7.000 en el mes.
En los últimos tres meses, se ha contabilizado un récord de 10.451 incendios en el estado de Amazonas, que están siendo combatidos por cerca de 800 bomberos, militares y voluntarios, incluidos los 200 enviados el lunes para reforzar las brigadas contra incendios.
La situación ha empeorado el escenario ambiental crítico que ya enfrenta Amazonas debido a una sequía sin precedentes y que, con los ríos en niveles mínimos, amenaza el abastecimiento de localidades que dependen exclusivamente del transporte fluvial, así como de áreas indígenas y aldeas de pescadores.
De los 63 municipios del estado de Amazonas, 20 ya se han declarado en estado de emergencia por la sequía y los incendios.
En el vecino estado de Pará, también en la Amazonía, el gobernador Helder Barbalho decretó “situación de emergencia ambiental” y “prohibió el uso del fuego en toda” la región, incluso para limpiar terrenos o para la quema de rastrojos.
Otras ciudades brasileñas también han sido afectadas por el humo proveniente de los incendios que destruyen la Amazonía, el Pantanal y el interior agrícola de Sao Paulo, el estado más poblado de Brasil.
Ni siquiera Brasilia, la capital del país, ha escapado a los incendios forestales en sus áreas circundantes.
